Ubicada frente al Palacio del Congreso Nacional, en pleno corazón de la Ciudad de Buenos Aires, la Plaza del Congreso es uno de los espacios públicos más emblemáticos del país. Inaugurada en 1910, en el marco de los festejos del Centenario de la Revolución de Mayo, se convirtió en un lugar de encuentro, de protesta y de paseo.
Aunque se suele mencionar como Plaza de los Dos Congresos, lo cierto es que esa denominación no es correcta. El verdadero nombre del conjunto es Plaza del Congreso. La confusión surge porque dentro de ella se encuentra la monumental fuente llamada Escultura a los Dos Congresos, inaugurada junto con la plaza.
La Plaza del Congreso y sus hermanas

La Plaza del Congreso forma parte de un conjunto de tres plazas diseñadas por el paisajista francés Carlos Thays: la Plaza del Congreso propiamente dicha, la Plaza Mariano Moreno y la Plaza Lorea.
Su trazado y construcción respondieron a la necesidad de dar un marco urbano al edificio del Congreso. En 1991 fue declarada Monumento Histórico Nacional y en 2022 se realizó una importante puesta en valor.
En ella conviven obras de arte de gran valor cultural, como la réplica original de El Pensador de Auguste Rodin, firmada por el escultor, y monumentos dedicados a figuras como Mariano Moreno y José Manuel Estrada. Además, desde 1935 alberga el monolito del kilómetro cero, desde donde comienzan a medirse las rutas nacionales.
Además de sus monumentos y fuentes, la plaza está rodeada de edificios históricos, como el teatro Liceo, inaugurado en 1876 y considerado el más antiguo de la ciudad. Su entorno es escenario permanente de actividades culturales, manifestaciones y celebraciones colectivas.
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La fuente de los Dos Congresos
La imponente fuente ubicada sobre la Avenida Entre Ríos es la que dio origen a la confusión con el nombre de la plaza. Se trata de la Escultura a los Dos Congresos, un monumento cargado de símbolos históricos y patrióticos.

Su diseño incluye alegorías femeninas que representan a la Asamblea del Año XIII y al Congreso de Tucumán, junto con la figura central de la República, que avanza portando un ramo de laureles.
A su alrededor, cóndores de bronce, figuras que simbolizan la paz y esculturas que evocan al Río de la Plata y a sus afluentes completan la escena. Entre sus detalles más destacados se encuentran:
- Una escultura de bronce de más de seis metros que representa a la República.
- Un estanque que simboliza al Río de la Plata, con figuras indígenas que evocan a los ríos Paraná y Uruguay.
- Una cuadriga de caballos de bronce guiada por un joven, símbolo de la fuerza del río.
