La historia de la actual provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur es más antigua de lo que muchos creen. Miles de años antes de que existiera el Territorio Nacional de Tierra del Fuego, la región estaba habitada por comunidades originarias como los selknam, yámanas, alacalufes y manneken.
Recién en el siglo XIX comenzó el proceso que, con el tiempo, daría lugar a una reorganización completa del sur argentino. En 1862, mediante la Ley 8, el gobierno nacional declaró que la Isla Grande y los archipiélagos cercanos pasarían a ser Territorio Nacional.
La decisión buscaba frenar las pretensiones de algunas provincias vecinas y garantizar el control estatal sobre un área estratégica, especialmente frente a las disputas limítrofes con Chile.
A partir de 1878, Tierra del Fuego quedó integrada en la Gobernación Patagónica, una gran jurisdicción que abarcaba lo que hoy son varias provincias del sur. Ese esquema duró pocos años: en 1884, el extenso territorio se subdividió y Ushuaia fue designada capital.
El avance del Estado y la creación del Territorio Nacional de Tierra del Fuego
El establecimiento del Territorio Nacional de Tierra del Fuego ocurrió luego de la expansión del Estado argentino hacia regiones consideradas periféricas. A fines del siglo XIX, el gobierno buscaba consolidar su autoridad en zonas con poca población, con presencia indígena y con recursos poco explotados.
La Ley 1532 de 1884 organizó los Territorios Nacionales y los definió como espacios administrados directamente por el Estado, sin autonomía política. Este modelo tenía objetivos concretos:
- Poblar y desarrollar económicamente el sur, especialmente mediante la llegada de inmigrantes.
- Afirmar la soberanía frente a Chile, en un período de tensiones limítrofes crecientes.
- Integrar la Patagonia y Tierra del Fuego al mercado mundial, en un país que ya exportaba materias primas hacia Europa.
Sin embargo, este avance significó también uno de los procesos más dolorosos. Entre 1880 y 1920, distintas expediciones privadas participaron en matanzas sistemáticas de los pueblos originarios.
Las denuncias realizadas por misioneros salesianos llegaron a Buenos Aires, pero no lograron frenar la violencia. Muchos de estos crímenes ocurrieron en estancias pertenecientes a inmigrantes extranjeros que buscaban expandir sus explotaciones ganaderas.
En paralelo, el Estado avanzó con la elaboración de mapas, la construcción de líneas telegráficas y la instalación de pequeñas bases en distintos puntos del archipiélago. El objetivo era claro: ejercer una autoridad efectiva sobre el territorio fueguino.
El camino hacia la provincia más austral del país
Durante el siglo XX, el Territorio Nacional de Tierra del Fuego atravesó múltiples transformaciones legales y administrativas. Un punto clave fue el Decreto-Ley 2.191/57, que restableció formalmente el Territorio Nacional de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y definió su extensión exacta.
Así, pasó a incluir la parte oriental de la Isla Grande, islas del archipiélago fueguino, las Islas de los Estados, el Sector Antártico Argentino y los archipiélagos australes ocupado por el Reino Unido desde 1833. A lo largo de esas décadas se realizaron varias reorganizaciones:
- En 1906 se designaron comisarios para las Orcadas del Sur y otras zonas antárticas, bajo la órbita fueguina.
- En 1943 se creó la figura del Gobernador Marítimo, un oficial de la Armada al mando del territorio.
- En 1948 se incorporó formalmente la administración del Sector Antártico Argentino.
- En 1955 se intentó provincializar todas las jurisdicciones nacionales, pero el proyecto no prosperó.
Tras la Guerra de Malvinas, en 1982, las islas ocupadas fueron administradas de forma separada. Sin embargo, en 1985 volvieron a integrarse al Territorio Nacional de Tierra del Fuego.
Finalmente, en 1990, la sanción de la Ley 23.775 provincializó el territorio, y en 1991 se redactó en Ushuaia la actual Constitución provincial. La zona austral, que por años había sido administrada directamente por el Estado nacional, se convirtió así en la provincia más joven del país.