Angelote: el enorme tiburón, experto en camuflaje, que está al borde de la desaparición

El tiburón angelote, una especie tan peculiar como fascinante, habita en los fondos marinos del Atlántico y el Mediterráneo. Conocé cómo vive, por qué es un maestro del camuflaje y qué amenaza su supervivencia.
Naturaleza
Naturaleza

El tiburón angelote (Squatina squatina) es uno de los depredadores más sorprendentes del océano. A simple vista, su cuerpo plano y sus aletas anchas lo hacen parecer una raya, pero en realidad pertenece a la familia de los tiburones.

Habita principalmente en el océano Atlántico nororiental y en el mar Mediterráneo, aunque su presencia se redujo drásticamente en las últimas décadas debido a la pesca excesiva y la pérdida de hábitat.

Esta especie prefiere los fondos arenosos o fangosos, donde puede enterrarse casi por completo y pasar desapercibida. Gracias a su capacidad de mimetizarse con el entorno, puede acechar a sus presas —peces, crustáceos y moluscos— sin ser detectado.

Características del tiburón angelote

Tiburón angelote y su camuflaje.

El angelote puede alcanzar hasta 2,4 metros de longitud y pesar más de 80 kilogramos. Su piel, de color marrón grisáceo con manchas oscuras, está perfectamente adaptada al fondo marino. Además, posee una boca amplia con dientes afilados que utiliza para atacar con rapidez cuando una presa se acerca demasiado.

A diferencia de otros tiburones, no es un nadador constante. Su estilo de vida es más sedentario: pasa gran parte del tiempo inmóvil, escondido, y se activa principalmente de noche.

Datos destacados del tiburón angelote

  • Nombre científico: Squatina squatina
  • Longitud promedio: entre 1,5 y 2,4 metros
  • Peso estimado: hasta 80 kg
  • Distribución: Atlántico nororiental y mar Mediterráneo
  • Estado de conservación: En peligro crítico de extinción (UICN)

Tiburón angelote: un maestro del camuflaje y una especie en peligro

Tiburón angelote en el agua.

El camuflaje del tiburón angelote es una de sus armas más efectivas. Gracias a su forma y coloración, puede pasar desapercibido incluso ante buzos experimentados. Este comportamiento no solo lo convierte en un excelente cazador, sino también en una de las especies más difíciles de estudiar.

Sin embargo, esta adaptación natural no bastó para protegerlo del impacto humano. Durante gran parte del siglo XX, fue capturado accidentalmente por las redes de pesca de arrastre. A eso se sumó la degradación de los fondos marinos, lo que redujo drásticamente su población. Hoy, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo cataloga como “en peligro crítico de extinción”, la categoría más alta antes de la extinción total en la naturaleza.

Esfuerzos de conservación y curiosidades

En la actualidad, distintos programas de conservación en Europa buscan proteger al tiburón angelote y recuperar su población. España, Portugal y las Islas Canarias son algunas de las regiones donde se impulsan proyectos de seguimiento y monitoreo para evitar su desaparición.

Entre las curiosidades más destacadas, se sabe que el angelote da a luz crías vivas —entre 8 y 13 por camada— y que su forma aplanada inspiró antiguas leyendas marinas sobre “peces-ángeles”. Además, a pesar de su tamaño, no representa un peligro para los humanos, ya que solo ataca si se siente amenazado.

El tiburón angelote es una joya del océano: un ejemplo de adaptación, belleza y fragilidad que recuerda la importancia de cuidar los ecosistemas marinos.

Más Billiken

    Vínculo copiado al portapapeles.

    3/9

    Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipisicing elit.

    Ant Sig