Existen miles de especies de aves. Y en lo que respecta a su alimentación, muchas veces se confunde fácilmente el ave de carroña con el ave de rapiña. Pero la clave está en la palabra que acompaña al sustantivo, y es fácil de recordar.
La diferencia más notoria está en su fuente de alimento: las aves de rapiña cazan animales vivos, mientras que las aves carroñeras se alimentan de animales muertos. Así, las primeras están adaptadas para la caza, con visión aguda y garras fuertes. Las segundas, por su parte, están preparadas para limpiar y digerir carroña, con un sistema digestivo especializado.
Características principales del ave de rapiña

Las aves de rapiña, también llamadas aves rapaces o aves de presa, son predadoras que cazan y se alimentan de otros animales. Su nombre proviene del latín rapere, que significa "apoderarse" o "tomar por la fuerza".
Y aunque cuesta imaginar que estas aves puedan alimentarse de grandes animales vertebrados, en verdad su dieta carnívora es muy variada, ya que cazan:
- Roedores,
- Serpientes,
- Peces,
- Otras aves,
- Mamíferos pequeños.
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Para ser consideradas aves rapaces deben contar con una serie de características: buena visión, garras fuertes terminadas en garfios filosos y también un pico fuerte. Las más conocidas son los halcones, las águilas, los búhos y las lechuzas.
Características del ave de carroña

Las aves carroñeras son aquellas que se alimentan de cadáveres de animales que fueron cazados por otros individuos, o que murieron por causas naturales. Gracias a este hábito natural, ayudan a la limpieza de los ecosistemas.
Al alimentarse de restos de animales muertos, ayudan a procesar la materia orgánica, lo cual es importante para el reciclaje de nutrientes y el flujo de energía. Y en esta tarea también tiene un rol importante su propia fisonomía, ya que suelen carecer de plumas en la cabeza.
Sus picos también deben ser fuertes y gruesos, además de tener una punta en curva hacia abajo, lo que les permite desgarrar la carne con más facilidad. Comúnmente, después de comer, regurgitan restos no digeridos como pelos, plumas y huesos.
Entre las aves carroñeras más conocidas están los buitres (como el Cóndor de California, el Buitre Real y el Buitre Negro), los cuervos y otras especies como el Zamuro grande, el Alimoche común y la Urraca de pico negro.