Aunque en el espacio nadie puede oírte grita" debido a la ausencia de un medio para la propagación del sonido, la idea de si el sol hace ruido o no es intrigante. Los científicos han descubierto que, aunque no lo percibamos directamente, el Sol emite sonidos.
El Sol hace ruido

La razón principal por la que no escuchamos el Sol es el vacío casi perfecto del espacio, que impide que las ondas sonoras viajen desde el Sol hasta nuestros oídos. El sonido es una onda mecánica, entonces necesita un medio como el aire, el agua o un sólido para propagarse. Sin embargo, esto no significa que el Sol esté en completo silencio.
En su capa exterior, las estrellas, incluido el Sol, generan sonido, que se produce debido a las oscilaciones y vibraciones dentro de ellas. Las oscilaciones de las ondas sonoras varían según el tamaño de la estrella, lo que resulta en sonidos más agudos o más graves. Midiendo estas frecuencias, es posible determinar el tamaño y la edad de una estrella.
Aunque estas vibraciones ocurren a frecuencias increíblemente bajas, inaudibles para el oído humano, debido al tamaño del Sol, los científicos han desarrollado una técnica llamada sonificación para hacerlas perceptibles. La sonificación es un proceso mediante el cual se toman fenómenos distantes, como el Sol, y se convierten las señales producidas en ondas sonoras como una forma de experimentarlos de manera no visual. Esta técnica permite a los científicos representar datos y, aunque distorsiona la física real, posibilita experimentar un fenómeno que de otra manera estaría fuera del alcance de nuestros sentidos.

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Gracias a la sonificación, podemos "escuchar" los ciclos de actividad del Sol. Al convertir los datos en sonido, se pueden escuchar años de cambios en pocos segundos o minutos, lo que permite distinguir patrones que podrían pasar desapercibidos de forma visual.