Según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Northampton, las vacas tienen mejores amigas y se estresan cuando se separan.

Generalmente, estos animales están en el campo y pasan sus días tumbadas, rumiando y mirando fijamente al vacío. Esto da la sensación de que están en paz, en su mundo y cuesta pensar en la emocionalidad de estos seres vivos.

Las vacas tienen profundidad emocional. Diversos autores escribieron sobre sus experiencias con los bovinos, dando cuenta de sus actitudes y el apego que pueden desarrollar hacia otros animales e incluso a humanos.

La personalidad de las vacas

Dentro de cualquier rebaño existe un orden jerárquico que hace que las vacas entren al lugar donde las ordeñan en la misma posición en la fila. Se ha observado que las dominantes se abren paso hasta el principio de la cola intimidando a las más tranquilas. También dictarán cuándo y dónde se moverá el grupo por su pasto. Además, se ha registrado la cantidad de travesuras que realizan durante estos procesos.

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Como las personas, algunas vacas siempre serán las líderes del rebaño cuando ocurran problemas y serán las encargadas de derribar vallas y guiar a las demás. Por otro lado, se observa que son animales muy territoriales y protectores con respecto a sus crías.

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Al igual que en grupos humanos, también se hallan vacas más amables que disfrutan de las compañías y los mimos. Este tipo de animal tiende a generar lazos con otras de su misma especie y ser correspondidas.

Por otro lado están las "curiosamente asustadas": el científico Temple Grandin las describió como animales que sienten mucha curiosidad por cualquier cosa nueva, pero al mismo tiempo les se asustan con facilidad. Si bien probablemente investiguen de qué se trata la novedad, pronto se aburrirán y volverán a su rutina.