La reunión comenzó muy temprano. A diferencia del 25 de mayo de 1810, que fue lluvioso, esa jornada fue soleada.
Se había convenido en reuniones anteriores que ese día se trataría la Declaración de la Independencia. Presidía el Congreso el sanjuanino Narciso Laprida, un joven de apenas 30 años. Era abogado y llegó a ser gobernador de su provincia. Por San Juan también estaba fray Justo Santa María de Oro.
Veintinueve diputados suscribieron el acta. No lo pudo hacer Pueyrredón, porque antes había sido designado Director Supremo.
¿Quiénes fueron los otros diputados? Por Tucumán, Pedro Aráoz e Ignacio Thames. Por Santiago del Estero, Pedro Gallo y Pedro Uriarte. Por el Alto Perú, Pedro de Rivera, José Malabia, José Serrano, Mariano Sánchez de Loria y José Pacheco de Melo. Por Buenos Aires, Juan José Paso, Tomás de Anchorena, Pedro Medrano, Esteban Gascón, José Darregueira, fray Cayetano Rodríguez y Antonio Sáenz. Por La Rioja, Pedro de Castro Barros. Por Catamarca, Manuel Acevedo y José Colombres. Por Salta, Mariano Boedo y José Gorriti. Por Jujuy, Teodoro Sánchez de Bustamante. Por Córdoba, José Cabrera, Eduardo Bulnes y Jerónimo Salguero. Y por Mendoza, Juan Maza y Tomás Godoy Cruz.
No dejen de aplaudir
En la casa y en el patio había mucha gente. Se sabía que en esa jornada se consideraría la Independencia. No bien se oyó el “¡sí!” unánime de los diputados, hubo aplausos y vivas. ¿Una curiosidad? El libro de actas donde consta la Declaración