A las 9 de la mañana del sábado 25 de junio de 1678, en Padua, Italia, dentro de la Capilla de la Virgen porque el lugar habitual resultó insuficiente para la audiencia acordada, tuvo lugar el examen para la concesión del Doctorado en Filosofía a Elena Lucrezia Scolastica Cornaro Piscopia, quien luego se convertiría en la primera mujer graduada del mundo.
Durante la discusión de los temas que le fueron asignados (dos tesis sobre Aristóteles), las eruditas y brillantes respuestas de Elena impresionaron a sus examinadores.
Por votación secreta, decidieron proclamarla "magistra et doctrix in philosophia". Fue la primera mujer del mundo a la que se concedió el título de licenciada y doctora.
La vida de la primera mujer graduada
La primera mujer en recibir un título universitario fue Elena Lucrezia Cornario Piscopia. Es recordada por este hecho, el cual marcó un precedente importantísimo para los derechos de las mujeres.
Era la hija de un noble de la República de Venecia, quien siempre contribuyó activamente a su educación. Cuando se dio cuenta que su hija tenía una habilidad especial para lo académico, le insistió para que tuviera el reconocimiento público de sus estudios y procuró buscarle un tutor formal para que pudiera profundizar su aprendizaje.
Fue así como llegó a aprender latín, hebreo, griego, árabe, inglés, francés y español. También estudió diversas disciplinas, como:
- Ciencia.
- Matemática.
- Astronomía.
- Filosofía.
- Teología.
Se inscribe en la Universidad de Padua, una prestigiosa universidad al norte de la nación italiana (y, en el momento, de las pocas que había); el resto fue historia.
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Obstáculos
En un primer momento, Elena Lucrezia Cornaro Piscopia pide un Doctorado en Teología por la Universidad de Padua, pero su solicitud encontró resistencia. Funcionarios de la Iglesia se niegan a otorgarle el título de Doctor en Teología a una mujer.
Como resultado de ello, solicita completar sus estudios en otra área, dignada más "apta" para una mujer según los criterios de la época: filosofía.
El legado de la primera mujer universitaria
Una estatua conmemora a Elena Lucrezia Cornaro Piscopia en el Bo', el edificio principal de la universidad de Padua; un retrato suyo se encuentra en la Pinacoteca Ambrosiana de Milán; una vidriera policromada la retrata en el Vasser College, la primera universidad femenina de Estados Unidos, y, por iniciativa de Ruth Crawford, que se graduó ahí, se le dedica un fresco en la Universidad de Pittsburg.
Elena Lucrecia sigue siendo un símbolo fundamental, un ejemplo de libertad y autoridad femenina que, aunque no pudo subvertir todas las reglas sociales que existían en ese momento, cruzó el umbral decisivo del reconocimiento de la capacidad de las mujeres para pensar, razonar, aprender y enseñar a otros.