Lo que para muchos parecía un futuro lejano se volvió posible: una agencia alemana creó a Ben Gaya, el primer cantante europeo hecho con inteligencia artificial. ¿Qué va a pasar con la música y los artistas de ahora en adelante?
Lo cierto es que, en realidad, Ben Gaya se suma a una lista de figuras que ya vienen circulando por las redes sociales, como la modelo virtual Shudu o la influencer creada con inteligencia artificial Emily Pellegrini. Por lo tanto, lo que sorprendió a muchos fue la voz del nuevo artista, más que su imagen.
¿Cómo se describe "a sí mismo" Ben Gaya?
Por más curioso e increíble que pueda resultar, Ben Gaya tiene su propio perfil en Instagram (creado, por supuesto, por la agencia alemana que le dio "vida"). Allí, el cantante cuenta algunos datos sobre sí mismo que, si no supiéramos que se trata de él, podrían tomarse como la historia de vida de cualquier persona:
- Es el primer cantante masculino europeo hecho a partir de IA (inteligencia artificial).
- Pasó su infancia en "la naturaleza salvaje e intacta de Namibia", como él describe.
- Es trilingüe, ya que habla alemán, neerlandés e inglés.
- Vive alternando entre Ámsterdam (Países Bajos) y Berlín (Alemania).
- Su ídola musical es Lady Gaga.
- Tiene un perro llamado Russell.
Además, su cuenta de Instagram surgió a la par del anuncio de su primera canción, Sunshine Soul (que se traduce del inglés como "alma de sol"). Desde el 18 de julio, la canción ya está disponible en distintas plataformas digitales.
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Inteligencia artificial y música: un debate cada vez más presente
El surgimiento de Ben Gaya puso sobre la mesa dos cuestiones fundamentales. La primera, por supuesto, es la duda acerca de cómo va a influir la inteligencia artificial en la creación de obras musicales, desde canciones hasta álbumes enteros. Si se escucha rápido, la "voz" del artista alemán puede disfrazarse como la de un ser humano que pasó horas y horas en un estudio de grabación.
La segunda, por otro lado, es la que por el momento tranquilizó a muchos amantes de la música y productores artísticos. Ben Gaya, sin la mente humana detrás, no hubiera sido posible. Para crearlo, tuvieron que trabajar con distintas herramientas de imagen, sonido, voz e incluso escritura de letras.
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Por ello, muchos reconocen el valor que puede llegar a tener la inteligencia artificial, pero saben que no puede crear algo por sí sola, sin la intervención de un ser humano que le diga qué hacer y cómo. Al menos, por ahora...
