En pleno corazón de Villa Devoto, justo frente a la emblemática plaza Arenales, se alza un edificio que guarda una historia poco conocida por quienes transitan a diario sus veredas. Se trata de la antigua casa de veraneo de Antonio Devoto, un palacete que fue residencia de fin de semana y que, con el paso del tiempo, se convirtió en una escuela pública. Su historia está íntimamente ligada al desarrollo del barrio y al legado de uno de los filántropos más importantes de la historia porteña.
Lista de datos clave
- Construcción: entre 1889 y 1891.
- Estilo: italianizante, diseñado por Juan Antonio Buschiazzo.
- Donación: en 1920, por parte de la viuda de Devoto.
- Ubicación: frente a la Plaza Arenales, Villa Devoto.
- Uso actual: Escuela N.º 4 D.E. 17 “Antonio Devoto”.
Una casa de descanso con impronta italiana
La casa fue construida entre 1889 y 1891 como un proyecto compartido entre Antonio Devoto y su primera esposa, Rosa Viale, para disfrutar los fines de semana lejos del centro porteño. El diseño estuvo a cargo del arquitecto Juan Antonio Buschiazzo, una de las figuras clave del urbanismo de fines del siglo XIX, y se inspiró en un estilo italianizante, con detalles ornamentales que aún hoy destacan.
La propiedad contaba con dos plantas, columnas dóricas en la entrada principal, un balcón y una torre con ventanas de arco de medio punto. Un segundo cuerpo, ubicado hacia el lateral izquierdo y conectado por una galería en forma de L, habría estado destinado al servicio doméstico.
Sin embargo, los registros históricos coinciden en que Antonio Devoto visitó esta casa en pocas ocasiones, y que fue su entorno quien más la aprovechó. Décadas más tarde, su viuda donó la propiedad para que se transformara en una institución educativa.
De residencia de lujo de Antonio Devoto a escuela pública
En 1920, el edificio fue remodelado por el arquitecto Paul Pater para adaptarse a su nueva función: albergar una escuela. Así nació la actual Escuela N.º 4 D.E. 17 “Antonio Devoto”, una institución que conserva la estructura original de la casa y que forma parte del patrimonio arquitectónico del barrio.
Este gesto solidario se enmarca dentro del espíritu filantrópico de Devoto, quien no solo fue un exitoso empresario e impulsor del ferrocarril, sino también un gran benefactor que invirtió en salud, cultura y urbanismo.
Antonio Devoto y el nacimiento de un barrio
Antonio Devoto fue un inmigrante italiano que llegó a la Argentina en el siglo XIX y que, gracias a su visión empresarial, amasó una gran fortuna. Su nombre quedó ligado a la traza y expansión de Villa Devoto, un barrio que se pensó como zona de descanso y casas de veraneo, y que con el tiempo se consolidó como un núcleo residencial.
Entre sus múltiples aportes, se destaca la creación del Palacio Devoto, hoy desaparecido, y diversas obras de infraestructura. Su huella aún se siente en cada rincón del barrio que lleva su apellido.
