La expresión "estar al pie del cañón" significa estar dispuesto a hacer cualquier cosa para resolver un problema. La frase describe a quien se mantiene firme, aun en situaciones difíciles, cuando los demás se dan por vencidos. Implica no descuidar el deber, el trabajo o alguna actividad encomendada, manteniéndose pendiente y comprometido ante una tarea.
¿Cuál es el origen de la frase "estar al pie del cañón"?
El origen de esta frase se remonta a la Guerra de la Independencia española desarrollada entre 1808 y 1814. El conflicto armado era contra Napoleón. La protagonista de esta leyenda es Agustina de Aragón, esposa de Juan Roca Vilaseca, un cabo de artillería. Ella pasó a la historia como heroína de la guerra. Es muy famosa en España, tanto que Goya la pintó y que muchos la consideran la Juana de Arco española.
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Durante el asedio de Zaragoza, en la Puerta del Portillo, el marido de Agustina se encontraba en defendiendo la ciudad. Ella se acercó para evitar que sufrieran alguna necesidad. Allí vio que los defensores caían y que el ejército francés avanzaba sin mucha resistencia. Agustina de Aragón logró disparar un cañón, haciendo que los enemigos se retiraran. Eso permitió la llegada de refuerzos españoles para continuar defendiendo la zona.
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El origen también se asocia a los soldados de artillería, quienes cargan y disparan los cañones, estando expuestos al fuego enemigo en uno de los lugares más peligrosos del frente.
Aunque España fue finalmente ocupada, la frase quedó en el castellano y en la historia de España como recuerdo de esta gesta. Habla de valentía y perseverancia y de la capacidad de afrontar situaciones en condiciones adversas. Con el tiempo, la frase llegó a otros territorios de habla hispana y se utiliza en la actualidad.
