El aguinaldo, conocido formalmente como Sueldo Anual Complementario (SAC), es un ingreso esperado por todas las personas que trabajan en relación de dependencia.
Forma parte del salario y está respaldado por la Ley 23.041, sancionada en 1984. Desde entonces, quedó establecido que cada medio aguinaldo corresponde al 50% de la mejor remuneración mensual percibida en cada semestre.
Este beneficio no exige haber trabajado un tiempo determinado: el pago se calcula según el tiempo trabajado. Por eso, incluso quienes ingresaron hace poco tiempo tienen derecho a recibir el proporcional correspondiente.
El aguinaldo se abona en dos cuotas: la primera en la última jornada laboral de junio y la segunda en la última jornada laboral de diciembre. Este esquema se implementó para acompañar los ciclos salariales y brindar un alivio económico en momentos clave del año.
¿Cómo se calcula el aguinaldo?
El aguinaldo puede parecer complejo, pero tiene una lógica clara. La propia ley indica que se debe tomar la mejor remuneración del semestre y aplicar el cálculo que corresponda. Esto se traduce en un método simple que permite estimar cuánto le corresponde a cada trabajador o trabajadora.
Para entenderlo mejor, muchos especialistas recomiendan los siguientes pasos:
- Dividir el mejor salario mensual del semestre por 12.
- Multiplicar ese resultado por la cantidad de meses trabajados.
- Identificar cuál fue la mayor remuneración del período para evitar errores.
Así, una persona que empezó a trabajar en marzo, por ejemplo, debe recibir el proporcional correspondiente a cuatro meses trabajados en el primer semestre. Este sistema permite contemplar ingresos variables y asegurar que el cálculo sea justo.
Historia del sueldo anual complementario
Su origen es más antiguo de lo que parece. El primer antecedente documentado es de 1910, cuando el intendente de Buenos Aires, Manuel Güiraldes, dispuso el llamado "Aguinaldo del Centenario", una medida excepcional en un contexto social agitado.
Años después, en 1924, Jujuy aprobó la primera ley provincial que lo estableció para el sector público. La gran transformación llegó en 1946, cuando el pago de un sueldo anual complementario quedó regulado a nivel nacional.
Luego, en 1974, la Ley de Contrato de Trabajo retomó el concepto y fijó que el aguinaldo representaba la doceava parte del salario anual. Sin embargo, la inflación de los años siguientes complicó este sistema y motivó un nuevo cambio.
Finalmente, en 1984, la Ley 23.041 definió el mecanismo que se utiliza hasta hoy: calcular el aguinaldo según el 50% de la mejor remuneración mensual de cada semestre. Esto permitió amortiguar el impacto inflacionario y garantizar mayor previsibilidad para los trabajadores.
