A lo largo de la historia, han existido personas que, sin saberlo, con un pequeño accionar, hicieron posibles actos que hoy consideramos cotidianos, como un simple viaje en ascensor.
Elisha Graves Otis fue un inventor estadounidense que solo vivió 49 años. Pero, gracias a su creatividad, diseñó un objeto que marcó el inicio de la producción de ascensores de pasajeros y, a su vez, impulsó la idea de construir los primeros rascacielos del mundo.
Lamentablemente, él no pudo presenciar casi ningún beneficio de sus inventos. Pero, por fortuna, creó una empresa de fabricación de ascensores que aún conserva su apellido en el nombre y que, al mismo tiempo, es una de las más grandes del mundo.
¿Por qué hay quienes identifican a Elisha Graves Otis como el padre del ascensor de pasajeros?
El ascensor, como una pequeña pieza que se eleva mediante el accionar de un mecanismo, es un invento muy longevo, que se le atribuye a muchos inventores. Ahora bien. No hay dudas que el primero, utilizado por personas, lo creó Elisha Graves Otis.
Otis nació en Halifax, Vermont, Estados Unidos, el 3 de agosto de 1811. Desde muy temprana edad, mostró interés por crear piezas inéditas, que puedan mejorar la calidad de la vida cotidiana de los pasajeros.
Como era de esperar, muchas de creaciones no alcanzaron el éxito esperado. Sin embargo, esto no desmotivó al joven estadounidense que, mientras trabajaba como empleado de una fábrica, creó un seguro de ascensor sin precedentes.
En simples palabras, inventó un artefacto que evitaba la caída precipitada de los ascensores, en el caso de que se produjera una rotura del cable de sujeción.
Para demostrarlo, el propio Otis, en la exposición del New York Crystal Palace de 1854, se subió a un ascensor ante una multitud y solicitó que corten el cable mencionado. Tras el hecho, la plataforma solo descendió algunos centímetros, hasta que se quedó estable, a gran altura.
Este espectáculo tuvo trascendencia mundial y animó a la humanidad a utilizar, por primera vez, los ascensores que, hasta aquella época, solo servían como herramienta de carga.
Es por eso que, al poco tiempo, Otis recibió solicitudes de todo el mundo, por parte de inversores que deseaban instalar ascensores de pasajeros en modernos edificios. Esto motivó al inventor estadounidense, que creó su propia empresa: Otis Elevator Company.
¿En qué edificio se instaló el primer ascensor de pasajeros del mundo?
Tras patentar y empezar a vender los primeros ascensores “seguros” en 1853, crear su propia firma y realizar la demostración mencionada en 1854, Elisha Graves Otis tuvo la posibilidad de instalar la primera unidad producida en masa, en un edificio de Estados Unidos.
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La construcción, que aún se encuentra en pie, se llama EV Haughwout y está en la ciudad de Nueva York. De todas formas, no muchas personas saben que allí estuvo el primer ascensor de pasajeros de la historia.
¿Por qué Elisha Graves Otis está vinculado a la historia de los primeros rascacielos?
Como hemos mencionado, Elisha Graves Otis falleció con solo 49 años, el 8 de abril de 1861. Por lo tanto, no pudo observar el éxito mundial de su invento, ni tampoco contemplar cómo quedó vinculado a la historia de los primeros rascacielos.
Antes de su “seguro” para ascensor, ninguna persona utilizaba los elevadores para viajar. Por lo tanto, las construcciones de altitud solo tenían escaleras y, por cuestiones lógicas, no podían tener muchos pisos.
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Pero, con la aparición del ascensor de Otis, el cansancio de los propietarios y/o visitantes era un problema del pasado. Entonces, en este escenario, que coincidió con una evolución en la manera de construir, se crearon los primeros edificios de gran altura.
Prueba de lo mencionado es el Home Insurance Building (42,1 metros de altura), considerado el primer rascacielos de la historia, que se inauguró en 1885, en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.