En el Litoral argentino hay un sonido que se escucha desde hace siglos y que tiene la fuerza de una tradición. Se trata del sapucai, un grito prolongado, vibrante y lleno de emoción que puede expresar alegría, euforia o hasta rebeldía.
Es característico de las provincias de Corrientes, Entre Ríos, Misiones, Chaco y Formosa, además de -por supuesto- Paraguay, donde forma parte de la identidad cultural guaranítica.
El sapucai es una forma de comunicación ancestral que nació como un modo de gritar lo que las palabras no alcanzaban a decir. En sus orígenes, era utilizado por trabajadores rurales, mensúes y hacheros, que lo lanzaban como grito de triunfo o para avisar a la distancia.
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Con el tiempo, se convirtió en una expresión popular presente en las celebraciones, en la vida cotidiana y, sobre todo, en el chamamé, el género musical que mejor representa el espíritu del Litoral.
El sapucai: un grito con raíces guaraníes
La palabra sapucai, también escrita sapucay o sapukai, proviene del guaraní sapukái, que significa literalmente “grito” o “clamor”. Pero su sentido es más profundo: remite a un sonido quemante, vibrante y poderoso, capaz de manifestar las emociones más intensas del ser humano.
Históricamente, el sapucai fue también un grito de guerra. Según las crónicas locales, los correntinos lo usaban en las batallas, tanto en conflictos propios como en guerras ajenas, para dar coraje y marcar presencia.
Tipos de sapucai a lo largo del tiempo
En su época más popular, existían distintos tipos de sapucai, según el momento o el sentimiento que se quería expresar, como cuenta el medio El Litoral. Algunos ejemplos que la tradición oral recuerda son:
- El sapucai de alegría, lanzado al finalizar una doma o una carrera cuadrera.
- El sapucai de orgullo o triunfo, típico al terminar una faena o derribar un árbol.
- El sapucai festivo, que acompañaba casamientos, bailantas o celebraciones colectivas.
Con el paso de los años y la llamada “europeización” de las costumbres, esta variedad se fue reduciendo. Hoy predomina un único sapucai, enérgico y explosivo, que se escucha especialmente durante las fiestas chamameceras o en los escenarios donde suena el acordeón y se baila con el corazón.