¿Por qué en Argentina hace calor en diciembre, y no en junio? ¿Y por qué pasa al revés en los países del hemisferio norte? La respuesta de por qué en esta época sufrimos el verano, mientras en el norte transcurre el invierno, está en el eje de rotación de la Tierra.
La Tierra gira alrededor del Sol una vez por año y, al mismo tiempo, rota sobre un eje imaginario que atraviesa el planeta de polo a polo. Ese eje no está "derecho", sino inclinado unos 23,5 grados. Esa inclinación es la responsable de que existan las estaciones y de que sean opuestas entre los hemisferios.
Verano vs. invierno: la influencia del eje de rotación de la Tierra
El eje de rotación terrestre mantiene siempre la misma orientación mientras la Tierra se traslada alrededor del Sol. Por eso, a lo largo del año, distintas regiones reciben los rayos solares de manera más directa.
Cuando el hemisferio sur se inclina hacia el Sol, alrededor de diciembre, los rayos solares llegan con un ángulo más alto. Esa mayor incidencia de luz provoca temperaturas más elevadas, días más largos y noches más cortas: es verano en el sur.
Al mismo tiempo, el hemisferio norte queda inclinado en sentido contrario y recibe menos energía solar, lo que da lugar al invierno.
En junio ocurre exactamente lo opuesto: el hemisferio norte se inclina hacia el Sol y atraviesa su verano, mientras que en el hemisferio sur comienza el invierno.
Un error muy común sobre las estaciones
Muchas personas creen que el verano ocurre porque la Tierra está más cerca del Sol. Sin embargo, esto no es así. La órbita terrestre es levemente elíptica, pero la diferencia entre el punto más cercano al Sol (perihelio) y el más lejano (afelio) no es suficiente para explicar los cambios de temperatura.
De hecho, el perihelio ocurre en enero y el afelio en julio, lo que demuestra que la distancia al Sol no determina las estaciones, según explican la NASA y la Agencia Espacial Europea.
¿Qué provoca que las estaciones sean opuestas?
La inclinación del eje terrestre genera dos consecuencias principales que explican por qué el verano y el invierno no coinciden entre hemisferios:
- Cambia el ángulo con el que la radiación solar llega a la superficie.
- Modifica la duración del día y la noche a lo largo del año.
Estas variaciones influyen directamente en el clima y en la cantidad de energía solar que recibe cada región del planeta.
Gracias a este delicado equilibrio entre movimientos y orientación, la Tierra tiene estaciones bien definidas. Y por eso, mientras en el sur disfrutamos del verano, en el norte se abrigan para enfrentar el invierno.