“El Pensador” de Rodin es el nombre de una escultura europea, que aún resalta en uno de los museos más visitados del continente. Pero, al mismo tiempo, así también se llama una obra de arte idéntica, que desde comienzos del siglo XX está en la Ciudad de Buenos Aires.
Debido a su instalación, frente al Palacio del Congreso de la Nación, y su curiosa llegada al país, con el correr de los años aparecieron numerosas leyendas alrededor de esta pieza.
Sin embargo, no tiene misterio. En simples palabras, es una “gemela” de las originales, que todavía se conservan en Francia. A continuación, conocerás sus historias en detalle.
“El Pensador” de Rodin: ¿en qué año se diseñaron las esculturas europeas?”
“El Pensador” de Rodin, que se describe como un hombre desnudo, sentado sobre una piedra, con la cabeza apoyada sobre el dorso de su mano, es una obra del artista francés Auguste Rodin, que vivió entre 1840 y 1917.
Su fecha de lanzamiento fue 1880, iba a integrar una de las alegorías de “La puerta del Infierno” de Dante Alighieri y, a diferencia de las otras dos existentes, es mucho más pequeña. Es decir, mide solo 0,70 centímetros de altura.
Recién en 1903, el francés decidió afrontar el desafío de construir la primera obra “gemela” de “El Pensador” de Rodin a mayor escala, con una altura de 1,90 centímetros.
El destino de esta gran escultura fue, a partir de 1906, el frente del Panteón de París. 16 años después, se trasladó al Museo Rodin de la capital francesa, donde aún continúa.
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¿Cuándo se instaló “El Pensador” de Rodin en Buenos Aires?
Además de las obras de “El Pensador” ya mencionadas, a comienzos del siglo XX se diseñó otra, por iniciativa del pintor e historiador del arte Eduardo Schiaffino, y se envió a Buenos Aires, donde llegó en 1907.
En este caso, se la describió como una obra de arte fundida en bronce, a partir del molde original que utilizó el mismísimo Auguste Rodin.
La idea original era colocar esta gran escultura sobre las escalinatas del Palacio del Congreso de la Nación. Pero, como en esa época el edificio aún estaba en obra, se optó por instalarla en la actual Plaza Mariano Moreno, a escasos metros de la célebre construcción. Allí se colocó en 1910, en el marco de los festejos realizados por el Centenario de la Revolución de Mayo.
¿Qué restauración recibió esta obra de arte porteña?
Luego de largas décadas en el mismo sitio, “El Pensador” porteño abandonó el lugar, por decisión del Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires, con el objetivo de someterlo a una gran restauración.
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Finalmente, luego del trabajo mencionado, que duró tres meses y contó con la supervisión de expertos del Museo Rodin de Francia, la figura volvió a la misma plaza donde llegó en 1910. Sin embargo, en esta ocasión se colocó sobre un pedestal mucho más alto que el original.
