Johannes Kepler nació en 1571, fue astrónomo y matemático e hizo grandes aportes al campo de la astronomía. Hoy se sabe que la gravedad del Sol y, sobre todo, la de la Luna, atrae el agua de los océanos y provoca las mareas. Pero esto lo dijo Kepler hace casi quinientos años. También afirmó que todos los planetas se mueven alrededor del Sol siguiendo órbitas elípticas.
Kepler también dijo que cuando los planetas están más alejados del Sol su velocidad es menor que cuando están más cerca. Y que las órbitas se recorren siempre en el mismo sentido. Todo esto lo dedujo en base a una gran cantidad de observaciones. Hoy se las conoce como las Leyes de Kepler, que luego fueron comprobadas gracias a las investigaciones del inglés Isaac Newton.
La estrella de Kepler
El 17 de octubre de 1604 no fue un día más en la vida de Kepler. Ese día observó una supernova en la Vía Láctea, nuestra propia Galaxia, a la que más tarde se le llamaría “la estrella de Kepler”. Una supernova es una gran explosión estelar. El astrónomo alemán hizo un estudio detallado de su aparición, lo que para él proporcionaba evidencias de que el Universo no es estático, sino que está sometido a importantes cambios.
Las Tablas Rodolfinas
En el año 1627 Kepler tenía cincuenta y cinco años y estaba enfermo. Sacando fuerzas de su entusiasmo por la Astronomía publicó su mayor legado: las Tablas Rodolfinas (o Tabulae Rudolphine, por Rodolfo, su príncipe benefactor). No era su primera publicación. Ya había editado años atrás un libro titulado El misterio cósmico.
Las Tablas Rodolfinas se usaron durante más de un siglo, en todo el mundo, para calcular las posiciones de los planetas y las estrellas. Utilizando las leyes del movimiento planetario, fue capaz de predecir satisfactoriamente el tránsito de Venus del año 1631, con lo que su teoría quedó plenamente confirmada