Aunque todavía Argentina no estaba conformada como un país, un primer antecedente se remonta a la Asamblea del año XIII, cuando en el artículo 19 se precisó que la residencia del Gobierno debía estar fuera de Buenos Aires. Sin embargo, este debate se prolongó a través del tiempo.
El 3 de mayo de 1972, se sancionó la ley 19.610 que decretaba nuevamente la necesidad de trasladar la capital a otra provincia para "realizar una armónica integración nacional". Por el contexto político que atravesaba Argentina, esta normativa no llegó a implementarse.
En 1986, el entonces Presidente Raúl Alfonsín impulsó el Proyecto Patagonia. Este no solo buscaba mudar la capital de la República a Viedma, sino también radicar empresas en la zona patagónica para fomentar el federalismo. En un principio, el plazo estimado para efectivizar el traslado era de doce años. No obstante, esta idea también fue postergada por la situación socio-económica del país.
Por último, durante el 2014 se barajó la posibilidad de mudar la capital al norte argentino, más precisamente a Santiago del Estero por ser "madre de ciudades". De igual forma que en las discusiones anteriores, este proyecto tampoco se concretó.