La danza es un arte ya de por sí increíble, imaginen si le sumamos un poco de magia. Es el caso de Beriozka, un baile folcrórico típico en Rusia y en Bielorrusia. Los movimientos de las bailarinas (son en su mayoría mujeres) consisten en pasos tan cortos que hacen ilusión de que estuvieran flotando a unos centímetros del piso.
La historia del colectivo Beriozka
Este colectivo fue fundado por la Unión Soviética en 1948, cuando fue su primera presentación. La bailarina Nadezhda Nadehzdina se inspiró en el árbol nacional de Rusia para bautizar a la agrupación: Beriozka significa en ruso "abedul".
Los bailes de Berezka son espectáculos fascinantes y algunos hasta hipnóticos. Cada uno cuenta con su propia dramaturgia. Los más conocidos son Vremená goda (Las estaciones del año), Russkiy farfor (Porcelana rusa) y la obra de interpretación y danza Moskovskii dvor (Patio moscovita)
Aunque por décadas esta danza fue exclusivamente de mujeres, hace unos años se incorporaron también hombres.
Las bailarinas que flotan
El número denominado Vals Beriozka es puntualmente el "himno a la belleza de la mujer rusa" y de Rusia en general.
El baile en sí se caracteriza por el ligero movimiento de los pies de las bailarinas por debajo de sus largas faldas, lo cual da la sensación ante los ojos del público de que estuvieran levitando. Este efecto visual se logra tras meses y meses de intensa práctica y no deja de maravillar a los espectadores.
Las bailarinas de este número lucen muy similar fisicamente: son entre 15 y 20 jóvenes rubias de una altura promedio de un metro ochenta. Utilizan el mismo atuendo: vestidos rojos con la falda larga hasta el suelo, tapando siempre sus pies, y accesorios decorando el cabello que combinan con sus vestidos.