El caso de Olivia Farnsworth es extraño y particular. Se trata de una niña nacida en Huddersfield, Inglaterra, que es incapaz de sentir dolor, hambre y sueño. Apodada como la “niña biónica”, la carencia de estas sensaciones se debe a una malformación genética muy poco habitual en el cromosoma 6.
Desde temprana edad sus padres notaron que algo no andaba bien y que estas alteraciones no eran habituales, pero dado que Olivia era bebé, interpretaron la ausencia de llanto, por ejemplo, como un rasgo de personalidad tranquila.
Sin embargo, conforme fue pasando el tiempo, comenzaron a aumentar las sospechas de que podría tratarse de algo más que un simple carácter sereno. Su madre reveló que desde los 9 meses de edad no volvió a dormir la siesta, y que su apetito se volvió inexistente al punto de que la niña solo se alimenta luego de la repetida insistencia de sus padres.
Olivia Farnsworth y el cromosoma 6
Todo cambió el día que Olivia sufrió un fuerte accidente: fue atropellada por un auto que la arrastró por más de 20 metros. Y en vez de llorar o quejarse del dolor, se levantó como si nada hubiera pasado. En ese momento sus padres supieron con certeza que algo andaba mal.
Al llevarla al médico, descubrieron que la niña sufre una falla en el cromosoma 6, la cual es muy difícil de identificar porque este se encuentra integrado por unos 100 genes distintos. “El desorden cromosómico le hace inmune al dolor y no tiene ninguna sensación de peligro”, explicó su madre a la prensa inglesa.
Pese a que actualmente hay más de 15.000 personas que sufren distintas variaciones en su ADN, los médicos revelaron que este es un caso único, ya que no hay registro de una persona inhabilitada a sentir los tres síntomas.
Como la niña es incapaz de percibir sus necesidades fisiológicas, actualmente su madre es la encargada de recordarle cuándo debe alimentarse y por las noches le proporciona las pastillas somníferas para poder descansar, ya que de no tomarlas puede pasar hasta 72 horas sin dormir. Y de estar un tiempo prolongado sin comer o dormir, su salud resultaría severamente comprometida y las consecuencias podrían ser fatales.