En la Villa Imperial de Potosí, en Bolivia, se erige alto, despampanante y rojizo el Cerro Rico.
Su altura es de 4.800 metros sobre el nivel del mar y en español se lo conoce también como Cerro de Potosí. En quechua, se lo llama Sumaq Urqu -"cerro hermoso"- y también Urqu P'utuqsi o Qullqi Urqu -cerro que brota plata-.
Esta segunda forma de llamar a la montaña nos habla de un momento fundamental en la historia del cerro, durante un tiempo en el cual la presencia de metales en sus vetas le dio un rol fundamental en la economía internacional.
Cerro Rico y el nacimiento de la plata
Todo comenzó en 1545, cuando el quechua Diego Huallpa buscó refugio del frío de la noche en una quebrada del Cerro de Potosí y descubrió la gran veta de plata que luego haría famosa a la montaña.
En pleno contexto de colonización, los españoles no tardaron en enterarse de este hallazgo. Empezaron a explotar intensamente las minas, lo que les permitió conseguir grandes cantidades del metal.
En la prisa por extraer plata, Potosí se convirtió en la ciudad más poblada de la región. Este espacio alto, seco y frío floreció en el caos y la exaltación causada por el hallazgo.
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La moneda que surgió en Bolivia: el Real de a Ocho
El siguiente paso para los españoles fue hacer de la plata un negocio. ¿Cómo lo consiguieron? Acuñándola y haciendo con ella la primera moneda verdaderamente global. Se llamó Real de a Ocho, y fue la primera moneda en internacionalizarse en la historia moderna.
¿Cómo se globalizó? El proceso fue posible gracias a las enormes cantidades de plata que se recuperaba del Cerro Rico día a día. Sin ello su expansión no hubiera sido posible: la moneda tenía unos 40 milímetros de diámetro y pesaba 27 gramos, de los cuales 25 -casi el 100%- eran plata.
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Tan solo 25 años después de su primera acuñación en la década de 1570, ya había llegado a Asia, Europa, África y América.
Por los siguientes tres siglos, el Real de a Ocho fue la moneda de reserva en todo el mundo. Recién se sustituyó en el siglo XIX, con la aparición de la libra esterlina.