Quienes sienten ternura por los felinos amigables, mimosos y diminutos, disfrutarían a pleno de una convivencia con el gato más pequeño del mundo: el Singapura.
Este animal, que no solo resalta por su tamaño, se instaló en Singapur hace poco más de 50 años y, con el correr del tiempo, se estableció en otros países y continentes del mundo.
Y, aunque su población internacional no es muy grande, el gato Singapura es una de las especies más buscadas por fanáticos de mascotas tiernas, que se adaptan fácilmente a un hogar familiar.
¿Por qué el Singapura es el gato más pequeño del mundo?
Expertos determinan que el Singapura es el gato más pequeño del mundo porque los ejemplares de esta raza, que surgió tras el viaje de tres felinos de Estados Unidos a Singapur, son diminutos.
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Este animal pesa 2,7 kilogramos, en el caso de los machos, y 1,8 kilogramos, en el caso de las hembras. Además, también impactan con sus medidas: 20 centímetros de longitud corporal máxima.
Como si no bastara con lo mencionado, el Singapura también tiene otras curiosidades que cualquier persona debe conocer, antes de emprender una búsqueda internacional para incorporarlo como mascota.
¿Qué otras características de este felino sorprenden al mundo?
Si bien la corta historia de su especie y el tamaño de los ejemplares convierten al Singapura en una raza muy llamativa, también hay otras curiosidades dignas de analizar sobre este animal como, por ejemplo:
- Tiene orejas y ojos grandes.
- Lleva un nombre inspirado en la traducción de Singapur al malayo.
- Luce un pelaje corto y fino, con un atigrado que resalta a simple vista.
- Tiene un aspecto musculoso.
- Desarrolla una esperanza de vida de 15 años.
- Se expandió por el mundo a partir de la década de 1990.
- Crea un vínculo de afecto muy grande con sus dueños.