El río más largo de la Antártida es, en comparación a los más extensos del planeta, muy corto. Según los registros más recientes, tiene solo 32 kilómetros de longitud.
El “continente blanco” es tierra de enormes glaciares, volcanes, montañas, playas y alberga hasta el mismísimo Polo Sur. Pero, sobre ríos, tiene muy pocos y la gran mayoría “desaparece” en invierno.
En cuanto al río más largo de la Antártida, su nombre es Onyx y ha sido estudiado durante las últimas décadas, por expertos oriundos de distintas naciones.
¿Qué recorrido completa el río más largo de la Antártida?
El río más largo de la Antártida se describe, en simples palabras, como un arroyo de agua de nieve que está muy alejado del océano e integra una cuenca hidrográfica endorreica. Es decir, no desemboca en el mar.
Este caudal inicia su recorrido en las inmediaciones del glaciar Wright Inferior y del lago Brownworth. Luego, fluye al oeste entre las montañas del continente y concluye en el lago Vanda.
¿Qué sucede con el río más largo de la Antártida en invierno?
Es importante mencionar que el río más largo de la Antártida tiene 32 kilómetros de longitud durante la época de verano, donde las temperaturas son más altas y, gracias al derretimiento de la nieve, tiene más agua.
Únicamente en esta época del año completa todo su recorrido, con un caudal relevante que, en una ocasión, llegó a desarrollar una velocidad de 20 metros cúbicos por segundo.
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Ahora bien. Durante el invierno, el río Onyx es mucho más corto, como consecuencia de las condiciones climáticas de la Antártida, y en ocasiones no llega hasta el lago Vanda.
¿Es cierto que se realizó una travesía de rafting sobre el río Onyx?
Como era de esperar, debido a la ubicación del río más largo de la Antártida, no existen grandes construcciones sobre sus orillas y su agua, que no representa el hogar de ningún pez, avanza por tierras remotas.
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De todas formas, es cierto que allí, durante 1984, se realizó una travesía de rafting. El viaje estuvo protagonizado por un grupo de investigadores neozelandeses.
