Al norte de Inglaterra, en Reino Unido, se conserva una construcción histórica que está en pie desde el año 122 y que, en su momento de esplendor, alcanzó una longitud de 117,5 kilómetros. Su nombre es Muro de Adriano.
Casualmente, el emperador romano Adriano fue quien ordenó su construcción para mejorar el control sobre las tierras del antiguo Imperio y, al mismo tiempo, verificar quienes circulaban por la zona.
Esta pared, que hoy en día se conserva de manera parcial, quedó abandonada durante más de 10 siglos. Por fortuna, un abogado llamado John Clayton la salvó y motivó su restauración a partir de 1830.
¿Cómo se construyó el Muro de Adriano?
La obra del Muro de Adriano comenzó durante el año 122 y se realizó en tramos de 8 kilómetros. Gracias a esta metodología, su construcción avanzó a gran velocidad y concluyó en el año 128.
En este trabajo se utilizó piedra caliza local y también se incluyó la construcción de un foso, decenas de castillos militares con dos torretas cada uno y hasta 17 fuertes, que podían albergar cerca de 1.000 soldados cada uno.
Y, al momento de su inauguración, el Muro de Adriano se describió como una pared de piedra entre las orillas del río Tyne, cerca del mar del Norte, y el fiordo de Solway, en el mar de Irlanda.
Curiosamente, esta construcción milenaria quedó completamente dentro de los actuales límites de Inglaterra. Sin embargo, al oeste, está a menos de un kilómetro de la frontera con Escocia.
Al mismo tiempo, otra de sus características más llamativas es que no respeta medidas de ancho y alto, ni tampoco el mismo patrón en el diseño. En otras palabras, sus castillos militares presentaron tres tipos de variantes arquitectónicas y el muro tenía, por sectores, 3 metros de ancho y 6 metros de alto, mientras que en otros lucía 6 metros de ancho y 3,5 metros de alto.
¿Hasta qué año se utilizó el Muro de Adriano como fortaleza?
El Muro de Adriano perdió protagonismo poco tiempo después de su estreno, cuando a 160 kilómetros se construyó el Muro de Antonino, por iniciativa de un nuevo emperador: Antonino Pío.
De todas formas, conservó sus funciones militares hasta la caída del Imperio Romano. Luego, resistió durante algunas décadas más como vivienda de algunas familias y, finalmente, cayó en un largo abandono.
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Con el paso de los siglos, el Muro de Adriano no solo se vio afectado por la pérdida de mantenimiento, sino también por una grave destrucción. En síntesis, los vecinos desmantelaron la pared para reutilizar sus piedras en la construcción de iglesias, casas y rutas, hasta mediados del siglo XVIII.
¿Quién fue John Clayton y cómo salvó esta pared milenaria?
Si en 2024 podemos conocer una parte del Muro de Adriano original es gracias al esfuerzo de un abogado llamado John Clayton, que conoció este punto histórico de Europa y se esforzó, durante el resto de su vida, para conservarlo.
Tras dialogar con los lugareños sobre la importancia de su cuidado y observar que a casi nadie lo escuchaba, tomó una decisión tajante: en 1830 empezó a comprar sus campos y así proteger cada piedra.
¿Qué ocurrió con el Muro de Adriano en las últimas décadas?
Por fortuna, en el cierre del siglo XX, lo que quedó del Muro de Adriano recibió numerosos títulos y, de esta manera, reforzó su protección. Puntualmente, se convirtió en:
- Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1987.
- Patrimonio de la Humanidad transnacional Fronteras del Imperio Romano en 2005.
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Hoy en día, muchos sectores de la pared histórica están abiertos al turismo nacional e internacional. Incluso, desde 2003 existe un sendero que permite caminar a la par de las rocas, que allí se colocaron hace 1.900 años.
