Las piedras del hambre es un hito hidrológico, es decir que es un tipo de marcador que se usa para medir los niveles del agua. Se encuentran en varios ríos de Europa Central, principalmente en Alemania o lugares con tradición alemana. Se utilizaron entre los siglos XV y XIX, para alertar la llegada de períodos de sequía, que significaba que vendrían épocas de hambruna.

Solían incrustarse en algunas zonas de los río durante momentos de sequía para dejar una marca del nivel del agua. Así, las futuras generaciones tendrían una advertencia. En algunas de ellas se leen mensajes como "Si me ves, llora", haciendo referencia a las dificultades que se presentarían en el futuro y que probablemente tuvieran que hacerle frente al hambre.

Muchas de ellas datan del período que va del 1816 al 1817, luego de una gran sequía provocada por la erupción del volcán Tambora, en 1815.

¿Se siguen utilizando las piedras del hambre?

Las piedras de hambre siguen incrustadas debajo de los ríos. Si bien no se usan activamente, cada tanto, durante las sequías cada vez más frecuentes, resurgen y generan cierta preocupación, aunque en la actualidad no represente la llegada de una hambruna para la población.

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Un ejemplar que ha sido noticia en algunas ocaciones es la que se encuentra en el río Elba, en República Checa. En el 1918, se hizo presente inaugurando un período bastante oscuro para la zona, ya que la sequía se juntó con la hambruna de la Primera Guerra Mundial​. Durante el verano del 2018, el agua volvió a bajar lo suficiente como para que se dejara ver.

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Con veranos cada vez más calurosos, es probable que las piedras de hambre sigan cumpliendo su función y alertando de las épocas duras que les tocará vivir a las distintas poblaciones.