Cada año, podemos anticipar la llegada de la primavera cuando empezamos a sentir los inconfundibles síntomas de la estación. Nos pica la garganta, se nos hincha la cara, estornudamos más de lo normal: estamos con alergia.
Uno de los culpables es el árbol de plátano que puebla la mayoría de las ciudades de la República Argentina, también conocido como plátano hispánico. Conocé las razones por las que su presencia nos tiene a todos estornudando.
¿Por qué este árbol nos da alergia?
La primera razón por la que el plátano de sombra nos causa alergia es la cantidad de polen que propele por el aire. Es un enorme causante de alergias ya que contiene proteínas que desencadenan este tipo de reacciones en personas sensibles.
El plátano es particularmente alergénico porque, según se estima, tan solo uno de estos arboles puede llegar a contener ¡143 mil millones de granos de polen! Sumado a ello, son muy ligeros, lo que facilita su dispersión por el viento y la consecuente inhalación por parte de la gente.
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Otra razón es que, además del polen, los plátanos también producen pelos irritantes en sus hojas, conocidos como tricomas, que pueden provocar síntomas respiratorios y oculares por irritación.
Su extenso periodo de polinización es la tercera razón: este aumenta el tiempo de exposición de las personas a sus elementos alergénicos.
Por último, su proximidad a diversas áreas urbanas incrementa exponencialmente la exposición de las personas a su polen, al encontrarse en zonas densamente pobladas.
¿Por qué hay tantos árboles de plátano en las ciudades?
El plátano de sombra suele ser el elegido para pintar las ciudades de verde por sus peculiares características. Es un árbol muy resistente y puede crecer rápidamente, hasta alcanzar los 30 o 40 metros de altura, lo que lo hace particularmente propicio para planes de reforestación urbana y la conformación de parques.
También se lo elige porque sus copas son grandes y están formadas por ramas extendidas y hojas palmáceas que se mantienen en posición durante muchos meses, proporcionando mucha sombra a los ciudadanos.
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Además, necesita poca agua y soporta bien los cambios de temperatura y los altos niveles de contaminación de las grandes ciudades.
