La Gioconda es una de las obras de arte más conocidas del mundo. Quizás por sus enigmas, por haber sido pintada por Leonardo Da Vinci y por su pequeña forma, la Mona Lisa se volvió el retrato más famoso de una mujer posando. De hecho, el Museo del Louvre (París, Francia), donde se encuentra actualmente, nunca recibió tantas visitas como cuando fue robado el cuadro, hace más de cien años.
Comúnmente, a la obra se la llama La Gioconda o Mona Lisa, dos apodos que circulan desde hace siglos. Y aunque ninguno de los dos es su verdadero nombre, lo cierto es que tampoco hay certezas con respecto al título oficial.
La hipótesis más fuerte, que la sostiene la mayor parte de la comunidad artística, es que se llama Retrato de Lisa Gherardini, esposa de Francesco del Giocondo. Como puede notarse, de ese título "oficial" salen los dos apodos principales con que se conoce a la obra.
Sin embargo, ¿es realmente Lisa Gherardini la mujer retratada? ¿La mujer está sonriendo o tiene cara seria? ¿Sus manos ocultan un posible embarazo?
Los tres enigmas de La Gioconda
Uno de los enigmas principales, quizás el que más confusión genera, es si la mujer retratada está sonriendo o no. Por momentos, cuando se aleja la mirada de su boca y se observa el resto del cuadro, pareciera que sí. Pero al enfocarse la vista en ella, la sonrisa se desvanece.
¿La respuesta? Para sorpresa de pocos, no hay una correcta. Una experta en percepción visual, Margaret Livingstone, sostiene que la sonrisa es en realidad una ilusión óptica, que cambia debido a la manera en que el ojo humano procesa las imágenes.
También te puede interesar > ¿Sabías que existe otra Mona Lisa?
Mirar un objeto de forma directa no es lo mismo que hacerlo de manera indirecta o periférica. Las sombras se ven mejor con este tipo de visión, la periférica, y como Da Vinci incluyó sombras en su retrato, la Mona Lisa parece sonreír.
Un segundo enigma, que genera pesadillas tanto en académicos como en aficionados del arte, es saber si verdaderamente es Lisa Gherardini la mujer del óleo. Al parecer, Da Vinci conoció a Francesco del Giocondo, un comerciante de Florencia –su ciudad natal–, y retrató a su esposa, Lisa. De allí los apodos de la obra:
- La Gioconda, por una variación del apellido del comerciante, "Giocondo".
- Mona Lisa, en donde "mona" viene de una palabra italiana levemente modificada, "monna", que a su vez es un diminutivo de "madonna": señora.
También te puede interesar > Leonardo Da Vinci, la vida del genio del Renacimiento contada para chicos
El tercer enigma no escapa de la polémica. Al parecer, las manos cruzadas que reposan en la silla esconden un posible embarazo. La hipótesis surgió a partir del análisis de su vestimenta, que incluye un velo utilizado típicamente por mujeres embarazadas hace cinco siglos.
¿Quién robó la Mona Lisa en 1911?
A todas las dudas e inquietudes sobre la obra más famosa del Renacimiento, se suma un episodio que por dos años mantuvo en vilo a la ciudad de París: el robo de 1911.
El 21 de agosto de ese año, un exempleado del Museo del Louvre ingresó al establecimiento vestido con la ropa de trabajo de la institución. Gracias a su "disfraz", Vincenzo Peruggia robó La Gioconda como si se tratara de un trámite sencillo.
Lo hizo temprano, antes de que el museo abriera a las visitas. Descolgó la pintura, la separó de su marco y se la llevó entre la vestimenta. Cuando la seguridad del Louvre notó su desaparición, ya era tarde. Por más de dos años la pintura estuvo perdida, lapso en que el hueco en la pared recibió más visitas que cuando el óleo estaba ahí.
La Mona Lisa se recuperó en un intento de Peruggia de venderla a una galería italiana. El dueño advirtió la situación y alertó a la policía, que dio con la obra y con el ladrón. La intención de Peruggia, según los registros, era devolver la pintura a su verdadera patria.