Si hablamos de encuentros imposibles de imaginar, el de Juan Manuel Fangio y Luciano Pavarotti es uno de ellos. ¿En qué contexto se cruzarían dos de las figuras más reconocidas y famosas de sus respectivos mundos?
Sin embargo, lo que parecía impensable sucedió un día soleado de hace casi cuarenta años: la leyenda del automovilismo argentino y el icónico tenor italiano compartieron un día caminata y pizzas en la Ciudad de Buenos Aires.
¿Por qué se encontraron Fangio y Pavarotti?
Un día de 1987, las calles de La Boca fueron testigos de una turba de fotógrafos y periodistas que perseguían a dos figuras difíciles de reconocer desde lejos. Al acercarse, ambas siluetas adoptaban un nombre claro e inconfundible: se trataba, como no era de esperarse, de Fangio y Pavarotti.
Resulta que en ese año, Pavarotti visitaba Argentina para dar un concierto en el Teatro Colón de Buenos Aires. Sería la primera de seis veces que el tenor italiano cantaría en nuestro país y, para hacerlo aún más especial, Fangio se ofreció como su guía turística.
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El recorrido inició en el Hotel Plaza de Retiro, donde el mismísimo automovilista pasó a buscarlo en su auto particular. Cuando llegaron a La Boca, estacionaron y se dirigieron a Caminito, donde Fangio le contó algunos datos curiosos de las coloridas casas del barrio porteño.
En esa marea de famosos, turistas, fotógrafos y curiosos, se acercó "El Napo", el dueño de la Pizzería Nicolita que estaba a la vuelta de donde paseaban los dos titanes de Argentina e Italia. Les ofreció ir a degustar algunas de sus especialidades en su local, a lo que Fangio y Pavarotti no se resistieron.
Ya en la cantina, disfrutaron de una clásica pizza porteña y cuando le preguntaron al tenor italiano por su porción, respondió contento con la boca llena la palabra justa: "finissima".
