Los frutos secos son un grupo de alimentos que se caracterizan por, naturalmente, estar compuestos por menos del 50% de agua. La parte que se consume no es el fruto, sino la semilla. Son alimentos que tienen alto contenido graso y proteico.
Algunos de los más populares son:
- Almendras,
- Castañas de Cajú,
- Avellanas,
- Nueces,
- Pistachos.
¿Por qué son buenos para la salud?
Se recomienda incorporar frutos secos a la alimentación porque son fuente de vitamina E, vitaminas del grupo B y una gran cantidad de minerales como el fósforo, magnesio, cobre y hierro. Muchos vegetarianos los consumen para sustituir la carne, por su gran contenido proteico. Además, tienen ácidos grasos insaturados e hidratos de carbono que producen una gran saciedad.
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También se los recomienda porque ayudan a disminuir el colesterol, pueden prevenir la osteoporosis, retrasan la absorción de azúcares y facilita el tránsito intestinal.
¿Por qué los frutos secos producen alergia?
Si una persona alérgica a algún fruto seco ingiere uno, su organismo comenzará a liberar diferentes sustancias químicas, entre ellas, histamina. Aparecerán síntomas de diferentes grados. El más leve es sentir cierto picor en la boca y los labios y el más serio, un shock anafiláctico.
Otros de los síntomas son:
- Hinchazón y picor en los ojos,
- Sarpullido,
- Goteo nasal,
- Estornudos,
- Tos,
- Inflamación en la garganta,
- Disminución de la tensión arterial,
- Mareos y desmayos,
- Dificultad para respirar,
- Ansiedad,
- Vómitos,
- Dolor abdominal,
- Diarreas.
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En caso de que se presenten alguno de estos síntomas es importante concurrir a un médico para que evalúe la situación e indique el curso de acción y tratamiento. Una vez que se sepa el causante de la alergia, lo mejor es eliminarlo completamente de la dieta.