El interés por la música es un rasgo biológico de los humanos. Ser musical es parte de nuestro diseño, ya que el desarrollo musical comienza antes del nacimiento.

La mayoría de las personas escuchamos música diariamente, de forma consciente, a través de canciones que elegimos y disfrutamos a través de plataformas como YouTube y Spotify en el coche o, de forma inconsciente, en los supermercados, tiendas, en la radio o en la televisión. ¿Todo lo que escuchamos configura nuestros gustos musicales? ¿Desde qué edad sucede esto?

Los expertos confirman que, muchas veces, cuando escuchamos música activamente y de forma consciente, nos sentimos recompensados y tendemos a seguir escuchando o, incluso, a realizar otras actividades musicales como cantar o bailar. No obstante, nuestros gustos y preferencias, ya desde la infancia, están en un flujo constante

¿Qué determina los gustos?

Hoy día escuchamos música en multitud de escenarios y circunstancias. Por eso podemos afirmar que la música tiene diferentes funciones en nuestras vidas.

Explorar los gustos y preferencias musicales infantiles es un aspecto clave para saber más acerca del desarrollo estético, la identidad y la conformación de grupos.

Hay trabajos que nos informan sobre los procesos de formación del gusto musical, las actividades o experiencias musicales o de cómo los gustos musicales se pueden generar o incluso modificar en la infancia.

Influencias en la infancia

Quisimos conocer las preferencias y los gustos musicales de los niños españoles de cinco años y en qué lugares aprendían sus canciones favoritas: en la escuela, en casa, a través de los medios de comunicación, etc. Para ello, preguntamos a 286 niños y niñas, a un miembro de sus familias y a 49 docentes, que procedían de 26 centros escolares de diversas comunidades autónomas españolas.

De forma general, el resultado más reseñable fue la influencia del contexto en el que habían aprendido la canción.

En la escuela, los niños manifestaban gustos por las canciones tradicionales. La elección que los maestros y maestras hacían de los repertorios era uno de los factores más determinantes y, por lo tanto, una de las piezas clave en el proceso de construcción del gusto musical y, por ende, del desarrollo identitario de los alumnos.

Fuera de la escuela, mostraban preferencias por canciones de moda o populares, como la música disco, latina, pop, etc., y existía una gran influencia de los medios de comunicación, principalmente de aquellos relacionados con las pantallas (televisión, móviles y videojuegos).

Además de esto, encontramos que los maestros y maestras conocían mejor que las familias las preferencias musicales de los niños.

¿Por qué es importante conocerlos?

Es innegable la importancia de la labor de la escuela y de las familias en la formación del gusto estético durante la infancia. Aunque los docentes tienen un mayor conocimiento de los gustos musicales del alumnado, esto no significa que la familia sea ajena a esta realidad.

El entorno familiar es crucial en el desarrollo integral en la infancia y todas las acciones encaminadas a la mejora de la comunicación se constituyen como elementos positivos y beneficiosos para dicho desarrollo. Que los padres y madres canten con los más pequeños y pasen más tiempo escuchando música juntos son factores fundamentales para lograrlo.

La canción tradicional, que se transmite oralmente de generación en generación, es un medio de contacto directo con la propia cultura y su entorno que, en determinadas circunstancias, puede ayudar a los pequeños a prepararse y acceder al mundo de los adultos.

Pero los caminos posibles son muchísimos y tanto la familia como la escuela han de tener en cuenta la influencia que los medios de comunicación tienen en la población infantil.

Disfrutar de la música con ellos

Los aprendizajes musicales constituyen un entramado complejo en el que los diversos y variados estilos y géneros que los niños consumen, y a los que pueden acceder con facilidad, van conformando una visión más amplia del mundo musical que les rodea.

Se tenga formación musical o no, la clave es involucrarse con los niños y compartir oportunidades musicales diversas: atreverse a explorar diferentes músicas, rimas, a moverse o a inventar nuevas canciones.

Cantar, bailar, tocar instrumentos y explorar sonidos es importante: no sólo porque se mejora el desarrollo musical, social y personal, sino también porque estamos reflejando que hacer música es una actividad socialmente necesaria, algo que es importante que no se pierda en la sociedad occidental del siglo XXI.

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