La dictadura es un sistema político que concentra el poder en un individuo o grupo de individuos, que ejerce por tiempo indefinido el mando absoluto sin respetar los derechos humanos ni las garantías constitucionales.
Como forma de gobierno, implica que el poder político se ejerce de forma vertical y autoritaria, y que los tres poderes republicanos (ejecutivo, legislativo y judicial) se reúnen en una figura o varias. Por ello, impide el disenso político y, por consecuencia, el ejercicio de la democracia.
¿Hay más de un tipo de dictadura?
Las dictaduras también son denominadas gobiernos de facto, ya que el poder que se ejerce en la práctica no tiene respaldo jurídico. Los principales tipos de dictadura que existen son los siguientes:
- Militar: los líderes militares toman el control político del Estado derrocando por la fuerza al gobierno anterior. Suelen gobernar a partir de una Junta Militar que concentra los poderes republicanos y lo hacen militarizando las calles, impartiendo terror y ejerciendo violencia sobre los ciudadanos.
- Autoritaria: generalmente, un líder autoritario llega al poder mediante elecciones democráticas y luego recurre a la fuerza o el fraude para sostenerse en el poder. Así, restringe las libertades civiles y cualquier confrontación o disidencia suele considerarla como un acto de conspiración.
- Totalitaria: el líder busca el apoyo de las masas, es decir la aceptación y legitimidad. A partir de una ideología propia bien elaborada, este tipo de gobierno dictatorial tiene un espacio de actuación amplio a nivel social en la cultura, la economía, la religión y las costumbres y valores. Generalmente, también hay un culto hacia el líder que exalta su figura, con el objetivo de cambiar la mentalidad del pueblo para erradicar disidencias.
- Constitucional: los líderes respetan la Constitución nacional de forma parcial, y el poder queda concentrado en un individuo o grupo que se reparte las funciones de los tres poderes republicanos. En este tipo de dictadura suele producirse fraude constitucional, y un ejemplo claro de ello es el fraude electoral, que permite a los líderes sostenerse en el poder.
- Monárquica: ocurre cuando un miembro de la aristocracia de un país toma el poder político del Estado por herencia, concentrando la autoridad y los poderes en su figura. Este tipo de dictadura está basado en el supuesto derecho real a heredar un gobierno por el linaje familiar.
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¿Cuáles son sus orígenes?
El origen de la dictadura se remonta a la antigua Roma, durante el período de la República (509 a 27 a.C). En ocasiones especiales (crisis económica, guerra), el Senado podía conceder poderes especiales a un individuo capacitado para el cargo público: así, la persona se convertía en dictador por un tiempo determinado, siempre sometido a las decisiones del Senado.
Sin embargo, el primer funcionario en romper con el propósito original de una dictadura fue Julio César, de aquella misma República romana. Tras controlar una guerra civil, se autoproclamó dictador vitalicio, aunque fue asesinado dos años después.
Las dictaduras en Argentina
En nuestro país existieron seis dictaduras. Todas ocurrieron durante el siglo XX y realizaron un golpe de Estado a los gobiernos democráticos o semi-democráticos que les precedieron.
1930-1943
En 1928 había asumido su segundo mandato Hipólito Yrigoyen, presidente por la Unión Cívica Radical. A los dos años, en septiembre de 1930, fue derrocado por un grupo encabezado por José Félix Uriburu, que contaba con el apoyo de sectores militares, mediáticos y de la élite conservadora. La Corte Suprema de Justicia convalidó la acción antidemocrática, inaugurando la "doctrina de los gobiernos de facto". Entre 1932 y 1943 hubo gobiernos surgidos de elecciones proscriptivas y fraudulentas.
1943-1946
La autodenominada Revolución del 43 derrocó al gobierno de Ramón Castillo. El grupo militar encabezado por Arturo Rawson, Pedro Ramírez y Edelmiro J. Farrell puso fin a la famosa "Década infame" (1930-1943), que estuvo marcada por sucesivos gobiernos fraudulentos.
1955-1958
A los tres años del segundo gobierno democrático de Juan Domingo Perón, la autodenominada Revolución Libertadora, encabezada por los militares Eduardo Lonardi y luego Pedro Aramburu, derrocó al presidente electo en septiembre. Contaron con el apoyo de los partidos políticos opositores, la Iglesia y sectores civiles.
Tres meses antes, sectores militares de la Fuerza Aérea anunciaron sus intenciones de hacer un golpe de Estado con el bombardeo a Plaza de Mayo y otros puntos de la Ciudad de Buenos Aires. Su plan de terror dejó un saldo de más de 300 víctimas.
1962-1963
Un nuevo golpe cívico militar puso fin al gobierno de Arturo Frondizi, presidente por la UCRI. Durante sus cuatro años de gobierno (fue elegido en elecciones proscriptivas) se deterioró la relación con las Fuerzas Armadas y en marzo de ese año lo fueron a buscar a la Residencia de Olivos para llevarlo preso a la isla Martín García. Durante la presidencia de Frondizi funcionó el Plan CONINTES, el primer plan sistemático de terrorismo de Estado.
1966-1973
Después de tres años de presidencia del radical Arturo Illía, las Fuerzas Armadas derrocaron al gobierno semi-democrático (fue elegido en elecciones proscriptivas). Al día siguiente, el 29 de junio de 1966, asumió el teniente general del Ejército Juan Carlos Onganía. Al mes, ocurrió la Noche de los Bastones Largos, episodio oscuro de la historia argentina en que se intervinieron universidades para reprimir a profesores y estudiantes. Muchos docentes terminaron exiliados.
1976-1983
La última dictadura cívico militar de Argentina fue la más violenta. La Junta Militar que realizó el golpe de Estado a la presidencia de María Estela Martínez de Perón, llevó a cabo un plan sistemático de persecución, tortura y asesinato de una parte de la población civil.
La Junta Militar estaba compuesta por Jorge Rafael Videla (Ejército), Emilio Eduardo Massera (Marina) y Orlando Ramón Agosti (Armada). La dictadura contó con el apoyo de una pata eclesiástica y también civil, disolvió el Congreso y se repartió los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial) entre los tres sectores militares: Ejército, Armada y Marina. 30.000 son las personas detenidas-desaparecidas que dejó la última dictadura de nuestra historia.