En la actualidad, Singapur es considerada la ciudad con mayor contaminación lumínica del mundo, según diversos estudios internacionales. Este pequeño país insular del sudeste asiático, reconocido por su arquitectura futurista, sus jardines artificiales y su economía pujante, logró un récord llamativo… pero también preocupante: sus habitantes viven bajo un cielo donde las estrellas son casi imposibles de ver a simple vista.
La contaminación lumínica se produce cuando las luces artificiales de una ciudad —como las de edificios, carteles, calles o vehículos— brillan en exceso y sin dirección precisa. En el caso de Singapur, el nivel de iluminación urbana es tan alto que el 100% de su población está expuesta a un cielo nocturno contaminado. De hecho, según la organización Light Pollution Science and Technology Institute, es prácticamente imposible encontrar allí un sitio con visibilidad natural del cielo con estrellas.
¿Por qué hay tanta contaminación lumínica en Singapur?

Este fenómeno tiene múltiples causas. Por un lado, Singapur es una ciudad extremadamente densa: tiene más de 5,6 millones de habitantes en solo 730 km², lo que implica una enorme concentración de construcciones verticales y un uso intensivo de luz artificial.
Además, el país apostó a un modelo de ciudad inteligente y tecnológica, con iluminación permanente en muchos espacios públicos por motivos de seguridad, estética y eficiencia logística. Sin embargo, esa luz —que muchas veces no está bien dirigida ni controlada— termina invadiendo el cielo y provocando el efecto de “domo luminoso” que impide ver las estrellas.
La consecuencia principal de este exceso de luz artificial es la pérdida del cielo nocturno como recurso natural y cultural. Pero no es la única: también se comprobó que la contaminación lumínica afecta negativamente a la salud humana, alterando el sueño y los ritmos circadianos, e impacta en los ciclos vitales de animales nocturnos, como aves, insectos y tortugas.
Tres datos clave sobre Singapur y su contaminación lumínica
- Superficie reducida y urbanización extrema: Singapur es uno de los países más pequeños y con mayor densidad de población del mundo.
- Exposición total: El 100% de sus habitantes vive bajo cielos con niveles de brillo muy superiores a los que recomiendan los astrónomos.
- Consecuencias ambientales y biológicas: La pérdida del cielo nocturno afecta la biodiversidad y puede tener efectos en la salud pública.
Un país moderno, con historia y contrastes

A pesar de este fenómeno, Singapur sigue siendo un lugar fascinante. Su historia comenzó como una colonia británica en el siglo XIX y se transformó, en pocas décadas, en uno de los países con más desarrollo de Asia. Su geografía combina rascacielos, reservas naturales y jardines artificiales que atraen a millones de turistas al año.
Sin embargo, el desafío actual es encontrar un equilibrio entre desarrollo urbano y respeto por los ciclos naturales. Algunos especialistas ya proponen programas de reducción de luz artificial, uso de tecnología LED más regulada y campañas de concientización sobre la importancia del cielo oscuro.

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