Rodeado por los Alpes, el pueblo de Gstaad es uno de los puntos más curiosos de Suiza. Ubicado al suroeste del país, la localidad se distingue por tener la misma cantidad de habitantes (11.000) que de vacas.
En invierno y en verano, sin embargo, la cantidad de personas se duplica gracias al "turismo de lujo". Y es que el pequeño pueblo suizo cuenta con una de las estaciones de esquí más famosas del país (y del mundo), que es la favorita de muchas celebridades.
Las vacas: la principal atracción del verano en Gstaad
Si en invierno la atracción principal es la estación de esquí, en verano es definitivamente otra. El Gstaad Züglete, por como se lo conoce en el idioma suizo-alemán, es la "procesión" de vacas que usan coronas de flores mientras descienden de los Alpes.
Durante la celebración, las calles del centro pasan a ser el escenario del curioso desfile vacuno. Y lo que para turistas se convierte en una atracción sin igual, para los locales es una de las tradiciones a las que ya están acostumbrados.
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¿Cuál es la historia del pueblo de Suiza?
Gstaad está en un valle, en pleno centro de la región del Oberland bernés. Si bien su historia es anterior a 1913, en ese año llegó por primera vez el tren desde Ginebra, una de las ciudades más pobladas de Suiza.
Desde ese entonces, el "pueblo de las vacas" comenzó a figurar en el mapa. En sus inicios era un pueblo agrícola como tantos otros que se esconden en el país, pero la fundación de uno de los colegios privados más caros del mundo, Le Rosey, le dio un renombre.
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Poco a poco, familias millonarias se acostumbraron a visitar Gstaad varias veces al año, por lo que aparecieron chalets y hoteles muy lujosos. A fines del siglo pasado, se sumaron actores, músicos, directores de cine y miembros de la realeza que eligieron al pueblo para vacacionar, como:
- Madonna,
- George Clooney,
- Leonardo DiCaprio,
- Anne Hathaway,
- Paul McCartney,
- El rey Alberto I de Bélgica,
- La princesa Carolina de Mónaco,
- Roman Polanski.
¿Cómo es la vida para los nativos de Suiza?
Desde la llegada del tren pasaron más de 110 años, y muchos cambió para los habitantes de Gstaad. Acostumbrados a la tranquilidad de antaño, hoy en día hay más movimiento que nunca. Los meses de mayor llegada de turistas son los de verano e invierno, es decir a mitad y a fin de año.
Para los suizos, hay tarifas especiales en el transporte público y en los servicios hogareños. Estamos hablando de un país que de por sí tiene uno de los costos de vida más altos de Europa, y cuando Gstaad se volvió famoso, todo aumentó un poco más.
Aún así, los locales adoran de las vistas a la montaña, de ir a esquiar antes de empezar la jornada laboral y de caminar por las calles del centro, que son peatonales desde 1997.
Para tener oportunidades de estudio y también de trabajo, lo más común es que los habitantes de Gstaad sepan al menos tres idiomas. Incluso, pueden llegar a hablar cuatro lenguas distintas en un día normal, más aún si trabajan en una oficina de turismo.
