La Ópera de Sídney, inaugurada en 1973, es considerada una gran obra arquitectónica del siglo XX. En 2007, la Unesco la declaró Patrimonio de la Humanidad, reconociendo su valor histórico y belleza. Fue diseñada por el arquitecto danés Jørn Utzon, luego de ganar un concurso internacional en 1956 donde se habían presentado 233 propuestas. Se trata de un diseño expresionista y su característica principal son los tres grupos de "conchas" abovedadas e interconectadas que forman los tejados de los principales salones de espectáculos y un restaurante. Estas estructuras se asientan sobre una vasta plataforma inspirada en los templos mayas y aztecas que Utzon visitó en México. El edificio se erige en Bennelong Point, una península que se adentra en el puerto de Sídney.
Ópera de Sídney: ¿cómo fue su construcción?

La construcción de la Ópera de Sídney presentó desafíos significativos tanto en diseño como en ingeniería. Inicialmente, el diseño de las bóvedas era geométricamente indefinido, pero finalmente se resolvió utilizando secciones de una esfera.
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La construcción se extendió a lo largo de 14 años, con una inversión de más de 102 millones de dólares australianos, superando ampliamente el presupuesto original. Jørn Utzon renunció al proyecto en 1966 debido a problemas con el gobierno y diferencias en la visión. El arquitecto australiano Peter Hall fue quien se encargó de completar los diseños interiores.
Fue inaugurado por la reina Isabel II. Desde entonces, se ha convertido en un símbolo de Australia y un centro cultural de renombre mundial. Alberga:
- Cinco teatros,
- Cinco estudios de ensayo,
- Dos salas principales,
- Restaurantes,
- Bares.
En sus escenarios se han presentado numerosos artistas de renombre y eventos significativos. La declaración como Patrimonio de la Humanidad subraya su valor universal excepcional y su influencia duradera en la arquitectura.