Una parada obligada en las Bahamas suele ser el Cayo Big Major, una isla boscosa y chiquita en la parte de Exuma, también conocida como ”la playa de los cerdos”. Como su nombre indica, es un lugar donde viven en libertad cientos de manadas de cerdos salvajes.
La combinación de surf, sol y cerdos, la actividad de "nadar con chanchos" se convirtió en una de las atracciones más populares del lugar. La incipiente industria del turismo porcino ya ha aportado decenas de millones de dólares a la economía de las Bahamas.
Como estos animales bahameños están acostumbrados a andar tanto en la tierra como en el mar, los turistas acuden masivamente al cayo para bañarse en las aguas cristalinas que rodean a la isla o revolcarse con ellos en la arena.
¿Cómo llegaron los cerdos a las Bahamas?
Existen varias teorías sobre la aparición de los chanchos en las costas bahameñas.
- Algunos marineros holandeses dejaron cerdos en el lugar para comer después de regresar de un viaje. Ellos nunca regresaron y los animales se quedaron en la isla.
- Los cerdos sobrevivieron un naufragio y nadaron hasta Gran Cayo, donde posteriormente se instalaron.
- Los animales no fueron más que un esquema de marketing destinado a incrementar el turismo en el archipiélago.
¿La isla de los cerdos es segura para los chanchos?
Esta práctica popular comenzó a causar cierta controversia en 2017 cuando varios cerdos de la costa bahameña empezaron a morir. Se pensaba que las muertes estaban relacionadas con un mal comportamiento turístico, aunque los veterinarios que investigaron concluyeron que podría haber sido causado por varios factores, siendo la deshidratación la más probable.
De todas formas, aunque en esa peculiar situación la responsabilidad no era totalmente de los turistas, se ha hecho notar que el ambiente no es el mejor para estos animales.
Algunos visitantes que aparecen en barcos y yates privados quieren la "foto perfecta". Para ello maltratan a los chanchos: agarran a las crías, los manipulan, los utilizan en diversas poses y trucos y no los sueltan.
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En un esfuerzo por poner fin a esta situación, el gobierno de las Bahamas planea regular el acceso a la isla en un intento de controlar la afluencia de turistas, entre otras medidas de seguridad en el lugar para garantizar el bienestar animal.
