Este particular reptil recibe el nombre científico de “Elusor macrurus” y habita en un único río de Australia: el río Mary, de la región de Queensland, en una parte lejana de la costa este de ese país. Mide aproximadamente 40 centímetros y tiene varias particularidades.
Su extraño peinado y otras particularidades
La más llamativa es que como técnica de protección ante los depredadores, el cuerpo de esta tortuga desarrolló la capacidad de que crezca sobre él un tipo de alga que la ayuda a camuflarse. Estas algas que crecen sobre su cabeza y su caparazón, le dan un extraño aspecto “punky”. Pero pese a su apariencia, este animal tiene un carácter dócil.
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Otra particularidad de este reptil es que además de respirar por la nariz, puede también hacerlo a través de unas branquias situadas en su cloaca, es decir su ano.
Poseen también dos protuverancias bajo su cabeza, a la altura de la papada o barbilla, que funcionan como si fuesen dedos que le permiten “tocar” el fondo del río en busca de alimento.
Antigua y en peligro
Vivió aislada en su ecosistema durante millones de años, por lo que no tiene “parientes” evolutivos cercanos. Según la investigadora australiana Marilyn Connell, “hay que retroceder unos 50 millones de años para encontrar una especie estrechamente relacionada”.
Pero la mala noticia es que está amenazada y en peligro de extinsión. En las décadas de 1960 y 1970, y a causa de su curioso aspecto, fue una mascota popular en Australia y se la cazó con el fin de venderla a las personas.
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Para colmo, los comerciantes se negaron a revelar a los investigadores cual era el hábitat de este reptil. Recién se pudo avanzar con el conocimiento sobre este quelonio cuando John Cann, un fanático de las tortugas que vive en Sydney, redescubrió la tortuga en el río Mary en Queensland, y pudo ser clasificada como una nueva especie.
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Cann afirma que el ecosistema de las tortugas sufrió muchos cambios que la pusieron en peligro: “la introducción de nuevas especies de peces en la vía fluvial también amenaza a las tortugas jóvenes. Sobrevivieron en buenas cantidades durante millones de años, pero vinieron los cerdos y los zorros, además de los depredadores nativos y las personas, eso es lo que los ha puesto en peligro”.
La investigadora Connell resume la preocupación de los científicos y conservacionistas con una interesante frase: “Sería un fracaso si dejamos que este animal que caminaba junto a los dinosaurios se extinga”.
Veamos algunas imágenes más de este maravilloso reptil:
