La Catedral de Lima se encuentra en la Plaza Mayor de la capital peruana, uno de los lugares más emblemáticos del país y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su construcción comenzó en 1535, poco después de la fundación de la ciudad por Francisco Pizarro, y fue inaugurada oficialmente en 1625, aunque sufrió modificaciones a lo largo de los siglos.
El templo fue levantado siguiendo un estilo renacentista temprano, con detalles posteriores de arquitectura barroca y neoclásica, producto de las remodelaciones necesarias tras varios terremotos que dañaron su estructura.
Historia y características de la Catedral de Lima
La Catedral de Lima no es solo un espacio religioso, sino también un testimonio de la historia del Perú. Entre sus características más llamativas destacan:
- Dimensiones: el templo mide 100 metros de largo y 36 de ancho.
- Torres: posee dos campanarios que dominan la Plaza Mayor.
- Sepultura de Pizarro: en su interior se encuentran los restos del conquistador español Francisco Pizarro.
- Museo religioso: actualmente, la Catedral también alberga un museo que resguarda valiosas piezas de arte sacro.
Su interior guarda capillas laterales con retablos de madera tallada, vitrales, esculturas y pinturas coloniales que narran la evolución del arte religioso en Perú.
Las mayores curiosidades del templo
Además de su imponencia arquitectónica, este templo reúne una serie de datos sorprendentes que lo vuelven único en Latinoamérica:
- Múltiples reconstrucciones: fue afectada en diferentes ocasiones por terremotos, lo que obligó a remodelar su estructura, adaptándola a estilos arquitectónicos diversos.
- Un órgano monumental: posee uno de los órganos más grandes del continente, instalado en el siglo XX.
- Acceso turístico: más allá de su función religiosa, la Catedral puede ser visitada mediante recorridos guiados que permiten conocer tanto su interior como el museo anexo.
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¿Cómo visitar la Catedral de Lima?
Hoy, la Catedral de Lima es un punto de referencia para turistas y fieles. Abre sus puertas todos los días y ofrece visitas culturales y espirituales que permiten recorrer tanto su nave principal como sus capillas y el museo. Se ubica en el centro histórico, por lo que es fácil llegar a pie desde otros atractivos turísticos de la ciudad.
Quienes ingresan al templo no solo conocen un lugar sagrado, sino también un espacio que guarda más de cuatro siglos de historia. La Catedral de Lima sigue siendo un símbolo de identidad y fe que conecta el pasado colonial con el presente cultural del Perú.
