Una casa flotante es un barco que ha sido diseñado para ser utilizado principalmente como vivienda. Algunas casas flotantes no están motorizadas, ya que usualmente permanecen ancladas en un punto fijo o amarradas a un muelle. Sin embargo, otras pueden desplazarse con sus propios motores.
¿Cómo son las casas flotantes?
En un principio las casas flotantes surgieron como alojamiento transitorio, hasta que de a poco se fueron transformando en una opción de vivienda permanente. El ancla y el amarre al muelle mantienen firmes a las casas flotantes. No obstante, por estar sobre el agua las viviendas hacen el vaivén característico de todo bote.
Por lo general, las casas flotantes tienen una longitud de entre siete y quince metros, suelen contar con agua caliente y fría, ducha, inodoro con depósito químico y una cocina totalmente equipada con heladera y horno. El mobiliario es el básico: camas, mesas y asientos. Algunas son más grandes y sus dueños suelen organizar fiestas en la cubierta. Otras son pequeñas, generalmente lanchas que se transformaron en viviendas.
Los gastos de una casa flotante abarcan el alquiler del espacio, el combustible del generador de energía y el mantenimiento para conservar la vivienda impermeable y atenuar los efectos de la humedad.
La ciudad de Ámsterdam es el paraíso de las casas flotantes
La ciudad de Ámsterdam, capital de Holanda, es conocida como “la ciudad de los canales”. Se trata del lugar donde hay una mayor cantidad de casas flotantes, tantas que hasta inclusive se han construido algunas que sirven como hoteles. Se estima que unas 2.400 familias viven sobre casas flotantes amarradas en los canales de Ámsterdam.
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