El silencio es sinónimo de tranquilidad, paz, armonía y relajación. Pero, en ocasiones, puede generar un malestar impensado en los seres humanos, tal cuál ocurre en aquellas personas que han intentado pasar más de 60 minutos en el lugar más silencioso del mundo.
Esta sala, diseñada por ingenieros de Microsoft, tiene todos los componentes necesarios para reducir el ingreso de sonidos y defiende el récord mundial desde 2015.
Es decir, según los especialistas, el ruido de fondo en el interior de esta habitación se calculó en -20,6 decibeles. Es decir, un sonido prácticamente similar al que se produce cuando las moléculas de aire chocan entre sí (-24 decibeles).
También te puede interesar > ¿Por qué nos gustan tanto los perfumes? La ciencia puede explicarlo
¿Cómo se construyó el lugar más silencioso del mundo?
Alcanzar un nivel de silencio prácticamente absoluto, no es un desafío sencillo. Durante décadas los ingenieros se han esforzado al máximo para diseñar cámaras anecoicas y, en la actualidad, la sala de Microsoft es la única dueña del récord.
Como era de esperar, el primer paso para construir la habitación fue encontrar un edificio ubicado en una zona silenciosa. Acto seguido, se impulsaron diferentes proyectos de diseño y, finalmente, el ganador incluyó la colocación de:
- Seis capas de concreto, con 30 centímetros de espesor cada una, que ayudan a bloquear los sonidos externos.
- Un total de 68 resortes amortiguadores de vibraciones, los cuales permiten que el lugar más silencioso del mundo “flote” dentro del edificio.
- Un avanzado sistema de cuñas de espuma de absorción de sonido, que tienen 1,2 metros de espesor y se encargan de absorber el eco.
- Una red de cables de acero posicionados en el piso.
- Sellos colocados alrededor de la puerta principal de la sala.
- Un sistema de aire acondicionado y otro de rociadores, colocados en el espacio de 1,2 metros que existe entre la cámara y el hormigón de la pared.
¿Por qué las personas no resisten más de 60 minutos en el lugar más silencioso del mundo?
Si bien el lugar más silencioso del mundo es ideal para hacer diferentes trabajos como, por ejemplo, la adaptación de astronautas que deben aclimatarse al silencio del espacio, también resulta un sector incomodo para los humanos.
A modo de experimento y prueba social, esta habitación silenciosa abre al público, durante determinados periodos, con el objetivo de recibir a personas que sean capaz de pasar una breve estadía en el interior de la cámara anecoica.
A pesar de que es identificado como un pequeño lapso, desde su inauguración solo una persona ha logrado mantenerse durante 60 minutos en el lugar y, hasta el momento, ese es el récord a romper.
Pero, ¿por qué los participantes resisten tan poco tiempo en el interior del lugar más silencioso del mundo? ¡Simple! Porque la falta de sonido es tan abrumadora que, luego de un tiempo en el sitio, logran escuchar:
- Cada latido del corazón.
- El ruido generado por la respiración e incluso por los pulmones al llenarse de aire.
- La sangre que recorre los oídos.
- El sonido provocado en el intestino.
Y, además de generar una situación desesperante, los científicos afirman que al exponerse a un nivel tan alto de silencio, los humanos también pueden experimentar:
- Dolores de cabeza.
- Fuertes pitidos en los oídos.
- Señales de desorientación.
- Ataques de pánico.
- Episodios de claustrofobia.
- Pérdida del equilibrio.
¿Se podrá diseñar otra habitación más silenciosa en el futuro?
Debido a que la tecnología avanza muy rápido, los especialistas no pueden afirmar que no habrá otra sala, en un futuro cercano, que suplante a la diseñada por Microsoft como el lugar más silencioso del mundo.
También te puede interesar > STEAM: La metodología de aprendizaje que reúne Ciencias y Artes en proyectos colaborativos
Pero, por otro lado, también aseguran que los esfuerzos para romper el récord deberán ser muy altos, ya que esta cámara anecoica absorbe más del 99,99% de los sonidos.
Tal es así que, gracias a su diseño preciso, ha logrado superar en 2015 a la fantástica habitación de los Laboratorios Orfield en Minneapolis, Estados Unidos, que había alcanzado niveles de ruido de -9.4 decibeles.
