El Cabildo de Buenos Aires, espacio notable de la historia argentina, se construyó en 1580 y permanece en el mismo lugar desde entonces. Está ubicado sobre la calle Bolivar 65 frente a la Plaza de Mayo. A lo largo de sus 442 años, el edificio sufrió numerosas modificaciones en su fachada pero también en su interior.
En 1608 tenía paredes de adobe y un techo de paja que, para 1610, ya era de tejas. En cuanto a la fachada, el primer gran cambio llegó a mediados de siglo, cuando se le agregaron torres de madera y un balcón.
Sin embargo, por problemas de infraestructura, en 1725 fue demolido. A partir de ese momento, el nuevo edificio estuvo a cargo del arquitecto italiano Andrés Blanqui que diseñó una infraestructura mucho más emparentada con la que conocemos. Esta terminó de construirse en 1752.
En 1773 se agregó la torre con una cúpula cubierta de lata. Esta versión del Cabildo fue la que quedó en la historia porque se usó en 1810. Diez años más tarde dejó de ser una Institución y se transformó en un edificio administrativo.
En esta nueva etapa, la fachada volvió a modificarse porque en las autoridades de la época habitaba el deseo de importar modelos europeos. Por lo tanto, en 1894, se quitaron tres arcos del ala norte del Cabildo para darle paso a la Avenida de Mayo y se mutiló la torre porque peligraba su estabilidad.
En 1931, volvió a hacerse lo mismo pero del lado izquierdo para que aparezca la Avenida Julio Argentino Roca, hoy Hipólito Yrigoyen.
Desde 1938, este edifico es un Museo Histórico Nacional que puede visitarse. La última modificación en su fachada se realizó en 1940 donde se rescató la arquitectura de la Revolución de Mayo pero con materiales más modernos. Actualmente solo se realizan tareas de mantenimiento.
