Se lanzó en 1929, está rodeado de diamantes lujosos y solo se han fabricado 2.000 ejemplares hasta el momento.
El reloj es un mecanismo único, que desde hace cientos de años nos acompaña en nuestra vida cotidiana. Existen unidades gigantes, digitales y algunas con diseños muy extraños. Sin embargo, ninguna se parece a la más pequeña del mundo.
Reconocido como “Jaeger-Lecoultre Calibre 101”, este reloj de muñeca es tan diminuto que muy pocas personas sabrán descifrar, con exactitud, qué hora marcan sus manivelas.
De todas formas, ese no es el objetivo, ya que el reloj más pequeño del mundo se fabrica como un artículo de lujo, repletos de diamantes o piezas de oro blanco, según el modelo.
El hecho de que el Jaeger-Lecoultre Calibre 101 es el reloj mecánico más pequeño del mundo no da lugar a ninguna discusión o debate, ya que no existe otro tan diminuto.
Puntualmente, este accesorio sorprende con sus 14 milímetros de longitud, 4,8 milímetros de ancho y 3,4 milímetros de grosor.
Finalmente, otro punto llamativo es que, a pesar de estar compuesto por 98 piezas especiales, pesa 1 gramo. Por lo tanto, muchos clientes se olvidan que lo llevan puesto.
La historia del reloj mecánico más pequeño del mundo inició con el lanzamiento de la primera generación, en 1929, qué marcó un antes y un después en la industria de estos accesorios.
De esta manera, el Jaeger-Lecoultre Calibre 101 se convirtió en una pieza famosa, que han vestido múltiples celebridades a lo largo de la historia. Un claro ejemplo es el que se colocó la reina Isabel II en 1953, para asistir a su ceremonia de coronación.
Y, a medida que las décadas avanzaron, esta pieza de lujo, que funciona gracias a la evolución de la ingeniería micromecánica, no perdió su popularidad. Actualmente se comercializan sus cuatro versiones, en lugares muy puntuales.
Además de las limitaciones económicas, adquirir un Jaeger-Lecoultre Calibre 101 puede resultar un desafío muy complejo, debido a una serie de factores que, curiosamente, incrementan su prestigio.
Entonces, sin tener en cuenta las pocas unidades que existen (2.000), el reloj más pequeño del mundo también escasea porque su fabricación requiere de un proceso único.
En otras palabras, hay muy pocos relojeros que tienen la capacidad de producir y ensamblar las diminutas piezas, que funcionan gracias al movimiento de una cuerda manual.
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