Eduardo Sacheri, el gran escritor argentino que alcanzó gran reconocimiento internacional por el Oscar que recibió la película El secreto de sus ojos (que él escribió), es también profesor y licenciado en historia.

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Acaba de lanzar un libro llamado “Los días de la Revolución (1806 - 1820): una historia de Argentina... cuando no era Argentina”, y fuimos hasta el oeste del Gran Buenos Aires (a “su lugar en el mundo”) para entrevistar y hablar, entre otras cosas, sobre la argentinidad y sus representantes…

–¿Qué es para vos la argentinidad?

¡Qué difícil! Es difícil definirlo, pero esta bueno preguntárselo. Yo creo que hoy somos una colectividad, hay un sentimiento nacional determinado. Hoy está claro qué es la Argentina, hasta donde llega y qué símbolos nos representan. Y que tenemos un pasado compartido, aunque haya diferentes sobre ese pasado.

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Me parece que todo eso constituye una argentinidad. Y también ciertas maneras de conducirnos en el mundo también hablan de una argentinidad: a mí me a pasado de estar fuera de la Argentina y reconocer argentinos, en un aeropuerto, por ejemplo. Aunque no necesariamente estar orgulloso de lo que uno reconoce, ja ja. Eso habla de un cierto modo de ser, compartido, y de un pasado en el que te reconocés.

–¿Hay algún argentino o argentina, de cualquier época o profesión, que para vos exprese o sintetice mejor la argentinidad?

¡Uhhh! (Sacheri se detiene a pensar unos instantes) No se si es la persona que mejor representa la argentinidad (porque a veces hay una representación idealizada), pero te podría decir que es San Martín. Aunque, en realidad, San Martín representa lo que deseamos ser, no lo que somos. Creo que no es lo mismo.

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En los próceres del siglo XIX hemos depositado virtudes a las cuales aspiramos. Pero no necesariamente las reconocemos en nuestro presente. Entonces me permito desarticular tu pregunta y pensar que (por fuera de la cosa esta de “nuestros valores”), representarnos en tanto “somos” y no en tanto “deseamos ser”, creo que es Maradona quien representa muchos rasgos que los argentinos reconocemos como propios. Y no estoy diciendo que sean todos rasgos buenos, pero me parece que hay una combinación de extremos en Maradona, de extremos de paraísos y de infiernos (personales, deportivos, de trascendencia mundial) que representan muy bien a los argentinos.

Vos fíjate: hoy en día ¿se hacen pintadas políticas? Casi no se hacen. ¿Se pintan próceres en murales callejeros? No. Pero de Maradona está lleno. Los murales que andan dando vuelta por las paredes de Argentina en general representan a Maradona. Y ¿Por qué? Porque es el eco de algo. Insisto: no creo que sea solo un eco de virtudes, pero hay un reconocimiento que es interesante pensarlo.

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En próximas entregas publicaremos otras partes de la charla que mantuvimos con Eduardo, donde nos adentramos en su visión sobre los sucesos del período que abarca su primer libro, sobre la argentinidad, los próceres, y el comienzo de la Argentina. ¡Los esperamos!