De todas las especies de árboles que crecen en África, una de las más curiosas es el granadillo negro, identificado como un árbol de mediana altura que se caracteriza por tener una madera muy oscura.
Es decir, debido a las propiedades de su tronco, el interior del mismo tiene una tonalidad negra, única en el mundo, que a su vez incrementa su precio en el mercado.
Y, además de tener un color extraño, la madera del granadillo negro también es una de las más resistentes del planeta.
¿Dónde crece el granadillo negro?
Debido a las condiciones del clima y de la tierra, el granadillo negro es un árbol nativo de África, que se encuentra distribuido en diferentes naciones del continente como, por ejemplo:
- Senegal.
- Sudán.
- Uganda.
- Tanzania.
- Etiopía.
- Eritrea.
Y lo interesante es que solo los expertos pueden identificarlo, ya que el intenso color negro de su madera no se puede apreciar a simple vista. Es decir, solo aparece en el interior del tronco.
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¿Cuáles son las características del granadillo negro?
Además de la extraña coloración negra que tiene en la cara interna de su madera, este árbol, también conocido como “dalbergia melanoxylon” por su nombre científico, tiene otras características relevantes.
Por lo tanto, aquellos expertos en árboles y plantas que recorren África en su búsqueda, lo detectan fácilmente porque:
- Nunca tiene menos de 4 metros de altura ni tampoco supera los 15 metros.
- Produce flores blancas en densos racimos.
- Entrega un fruto (legumbre) que tiene entre 3 a 7 centímetros de longitud.
- Su fruto puede tener un máximo de dos semillas.
- Tiene un crecimiento muy lento.
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¿Este árbol está en peligro de extinción?
A pesar de que el granadillo negro es un árbol que permanece fuera de la lista de especies en peligro de extinción, los expertos anunciaron que está “casi amenazado” por el aumento en la demanda de su madera.
Como hemos mencionado, además de un curioso tono negro, la madera de este árbol es una de las más resistentes del mundo y es por eso que muchas industrias desean incorporarla para fabricar piezas fuertes y duraderas.
Y, a pesar de que su precio se ha disparado, la demanda no cesa y esto perjudica a la especie porque se intensificó la tala de cientos de ejemplares en todo África.