Desde hace varios años se viene discutiendo sobre la conveniencia del huso horario adoptado por nuestro país, y cada vez más se escuchan voces que proponen un cambio.
La discusión sobre el huso horario
El año pasado un grupo de expertos científicos participó de una sesión de la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados de Mendoza, para tratar el tema. Uno de los participantes fue Diego Golombek, afamado doctor en Ciencias Biológicas, investigador del CONICET y divulgador científico especialista en cronobiología.
En su cuenta de Twitter Golombek compartió los argumentos sobre la necesidad de ajustar nuestro horario a la geografía que nos corresponde.
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Los argumentos científicos de los que proponen el cambio
El científico cuenta la historia de la adopción de los husos horarios: “En un comienzo los horarios eran locales: cada ciudad basaba su mediodía en el horario del sol estaba en su punto más alto. La llegada del ferrocarril cambió todo: no podían estar cambiando el reloj a cada rato, y se instauraron las primeras zonas horarias.
En 1884 se estableció un sistema mundial de husos horarios, con Greenwich como meridiano de referencia; cada huso horario son unos 15 grados de longitud. Argentina adoptó el sistema en 1920.”
Más adelante, se explaya sobre la situación particular de Argentina en este tema: “Si vemos el mapa de husos horarios, a casi todo el territorio nacional le corresponde el huso horario -4 (o sea, 4 horas al oeste de Greenwich). Hay una franja al oeste que incluso queda en el huso -5.
Sin embargo, como podemos ver (…) los países van cambiando las líneas y horarios de acuerdo con consideraciones que cambian con el tiempo. Así, Argentina comenzó en 1930 a alternar horario de verano (zona horaria -3) con horario de invierno (zona horaria -4), aduciendo beneficios energéticos.
Hacia 1974 nos quedamos en zona -3 como permanente, e incluso alternando con zona -2 para horario de verano, cada vez más alejados de nuestro horario natural. Habernos quedado en -3 en lugar de -4 es un equívoco que no se logra explicar claramente.”
Los distintos husos horarios que adoptó nuestro país
En este punto, el biólogo comparte una imagen que muestra los distintos husos horarios que nuestro país fue utilizando:
Y sobre esto se muestar sorprendido por la adopción en algunos momentos del huso horario -2: “Lo peor es claramente la alternancia en verano a huso horario -2: si ya estábamos en la punta de Brasil, en el verano pasábamos a estar en medio del Atlántico.”
Finalmente argumenta sobre la importancia que tiene esta discusión acerca de cuál es el huso horario indicado para adoptar en nuestro país: “Estar en el huso horario adecuado a nuestro lugar en el mundo hace que nos expongamos a la luz adecuada para la salud, el sueño y el alerta.
Los cambios de verano e invierno no tienen grandes beneficios (de hecho, todo lo contrario), y el presumible ahorro energético es complejo y depende mucho de las variables que se estén midiendo. Lo que se ahorra por un lado, se gasta por otro.”
El tema promete nuevo capítulos ya que diputados de la provincia de Mendoza han presentado un proyecto pidiendo el cambio de huso horario de nuestro país en el Congreso de la Nación, aunque todavía no hay novedades sobre el tema.