Uno de los personajes de ficción más conocidos a nivel mundial es Sherlock Holmes, creado por el escritor británico Arthur Conan Doyle. El detective protagonista de historias de misterio aprovecha las pistas e indicios de cada escena y, gracias a su ingenio, resuelve aquello que a simple vista parece imposible.
Así, si bien el famoso personaje recurre tanto al método deductivo como el inductivo, en realidad hay uno que predomina en la resolución de los casos: el inductivo.
¿Qué es el método inductivo y por qué lo usa Sherlock Holmes?
El método inductivo es un procedimiento científico que consta de dos "momentos" principales: las premisas y la conclusión. Así, a partir de algunas premisas se llega a ciertas hipótesis, y luego se infiere determinada conclusión.
Sin embargo, que las premisas sean ciertas no supone que la conclusión también vaya a serlo. Y esto sucede así porque se empieza desde lo particular para llegar a conclusiones más generales.
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Ese es el procedimiento que sigue Sherlock Holmes: primero empieza con la observación detenida, prestando atención a todos los detalles. Luego planteaba una hipótesis general y para ponerla a prueba, investigaba todas las variantes para ir descartando hasta quedar con una, la correcta.
En su caso eso era posible porque, por sus habilidades e ingenio, iba probando las posibilidades hasta que sólo una podía ser la más probable y la que, prácticamente siempre, terminaba siendo verdadera.
¿Cuál es la diferencia con el método deductivo?
La principal diferencia que tienen ambos métodos es la relación que se establece entre las premisas y la conclusión. En el caso del método deductivo, lo que sucede es que, siempre que las premisas sean verdaderas, la conclusión también lo será.
Así, se involucran algunas teorías o principios, y partir de ellos es que se llega a la conclusión. Lo central a entender es que se trata de una forma de conocer que va de lo general a lo particular, al revés que el inductivo.
Para entender mejor cómo funciona este método, podemos mencionar un ejemplo puntual. El silogismo es uno de los tipos de razonamiento deductivo más utilizados, y consiste de dos premisas y un resultado. El ejemplo más conocido es el siguiente:
- Todos los hombres son mortales.
- Sócrates es un hombre.
- (Entonces) Sócrates es mortal.
Como vemos, este método es más difícil de ser aplicado por Sherlock Holmes, ya que supone siempre que la conclusión es verdadera porque las premisas ya lo son.