Se inauguró en 1904 y tiene un nombre muy parecido al edificio donde se encuentra la Embajada de Francia en Buenos Aires.
Quienes paseaban por la ciudad de Buenos Aires a comienzos del siglo XX, podían presenciar la construcción e inauguración de múltiples mansiones. Una de ellas fue el Palacio Ortiz Basualdo Dorrego, que resistió en el barrio de Retiro hasta 1969.
Esta enorme propiedad abrió sus puertas en 1904 y sorprendía a todos los visitantes, ya que estaba dividida en dos partes similares. Sucede que allí vivieron dos familias, durante más de cuatro décadas.
Curiosamente, esta desaparecida mansión de Retiro, tenía un nombre similar al edificio donde actualmente se encuentra la Embajada de Francia en Buenos Aires. Y, aunque su historia fue distinta, estaban relacionados.
El Palacio Ortiz Basualdo Dorrego fue una enorme vivienda que le encargó Magdalena Dorrego de Ortiz Basualdo al prestigioso arquitecto belga Jules Dormal durante los primeros años del siglo XX.
Acto seguido, decenas de trabajadores llegaron al terreno, emplazado frente a la actual Plaza San Martín de Retiro, para construir la propiedad, que se inauguró exitosamente en 1904.
Tras su apertura, y respetando la decisión de su madre, un sector del palacio fue habitado por Inés Ortiz Basualdo, hija mayor de Magdalena, y el otro espacio se le entregó a su hijo menor, Carlos Ortiz Basualdo.
Como Inés y Carlos tenían sus propias familias, la mansión se dividió a la mitad. Es decir, integraba dos residencias incomunicadas entre sí, con entradas distintas, que formaban un mismo edificio de tres niveles, decorado con un amplio jardín y los mayores lujos de la época.
El Palacio Ortiz Basualdo Dorrego resaltó en la ciudad desde su inauguración. Un claro ejemplo de lo mencionado es el premio que recibió, por parte de la Municipalidad de Buenos Aires, que lo reconoció como la “Mejor Fachada”, gracias a su revestimiento en símil piedra París.
Y, aunque cumplió con todas las exigencias de las familias que allí vivieron, una seguidilla de fallecimientos produjo un cambio en la historia de la propiedad, que entró en un declive durante 1943.
Sucede que, tras quedar parcialmente vacía, el sector que se construyó sobre la calle Arenales se demolió en 1945 y la estructura restante, que tenía entrada por la calle Maipú, resistió hasta 1969.
¿Qué sucedió después? El terreno original se dividió en tres lotes. Los que estaban posicionados sobre Arenales se vendieron rápido. Allí construyeron edificios de departamentos en la década de 1950. Finalmente, el restante, quedó vació hasta la década de 1980, cuando se edificó un moderno edificio vidriado.
Al escuchar el nombre del Palacio Ortiz Basualdo Dorrego, muchas personas lo confunden con el Palacio Ortiz Basualdo de 1912, que se transformó en la Embajada de Francia en Buenos Aires y aún sigue en pie.
Como era de esperar, ambas propiedades pertenecieron a la misma familia. Mientras que los hermanos Inés y Carlos vivieron en la mansión ubicada frente a la Plaza San Martín, el edificio que se conserva sobre la calle Cerrito, se construyó para Daniel Ortiz Basualdo, hijo mayor de Magdalena Dorrego de Ortiz Basualdo.
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