Pingelap: la isla donde sus habitantes no pueden percibir el color y ven todo en blanco y negro - Billiken
 

Pingelap: la isla donde sus habitantes no pueden percibir el color y ven todo en blanco y negro

La acromatopsia, o ceguera total al color, es una enfermedad genética extremadamente rara. Pero existe una isla donde sus habitantes sufren este mal con una frecuencia 2.500 veces superior al resto del mundo. ¿Qué es lo que sucede ahí?

por Edgardo García

El sistema visual humano comienza en la retina, donde unas células especiales (llamadas conos) son las responsables de nuestra capacidad de distinguir el color. Los conos se nos presentan en tres tipos distintos, según la parte del espectro visible a la cual son sensibles: los conos L, activos en el extremo rojo; los conos M, sensibles al verde, y los conos S, que responden a los azules. Aunque el cerebro tiene una gran responsabilidad por la interpretación que de sus impulsos nerviosos realiza la corteza visual, es gracias a los conos que podemos gozar de nuestra familiar visión cromática.

El mundo con pocos colores o... ¡en blanco y negro!

El daltonismo generalmente se refiere al mal funcionamiento o pérdida de alguno de los tipos de cono ya mencionados. Según si los conos faltantes son los L, M o S las personas afectadas no podrán distinguir determinada gama de color. Cada una de estas tipologías de daltonismo tiene un nombre específico.

Si en cambio los conos mencionados existen pero su funcionamiento está alterado el paciente tiene algo de visión cromática, pero con menor capacidad de discriminación que una persona normal.

Hasta aquí, estos defectos visuales permiten todavía a las personas afectadas cierta capacidad para reconocer matices, por lo cual la palabra color tiene aún sentido para ellas. Pero los problemas más severos empiezan con el monocromatismo, que es la posesión de sólo un grupo de conos funcionales. En este caso, la pérdida de la percepción del color es total y las personas con esta afección ven literalmente el mundo en blanco y negro.

Solo bastones

Además de los conos, la retina posee otras células sensibles a la luz: los bastones, responsables de nuestra visión nocturna o en condiciones de baja iluminación. En este tipo de visión no percibimos colores ni tenemos agudeza visual. Es la que tenemos en una habitación a oscuras o en la noche sin fuentes de luz cercanas.

¿Que sucede si una persona no tiene ningún grupo de conos funcionales, sino solo bastones? En esta condición la persona se encuentra en una situación similar a la de cualquier otro dentro de una habitación a oscuras pero con una terrible diferencia: no puede estar en el exterior a la luz del día o siquiera en una habitación iluminada sin usar anteojos oscuros para evitar un completo encandilamiento.

La incidencia de este mal en la población mundial es baja (alrededor de 1 de cada 30.000 nacimientos), excepto en una isla perdida del océano Pacífico, donde casi uno de cada diez habitantes sufre de acromatopsia. La historia del por qué esto sucede es increíble…

La isla de Pingelap

Los Estados Federados de Micronesia, en Oceanía, son un país formado por más de 600 islas, en su mayoría atolones y arrecifes de coral. La isla principal, Pohnpei, alberga la capital del país. Hacia el este se encuentra la isla que nos interesa, el atolón de Pingelap.

En esa región los tifones son un fenómeno frecuente. En el año 1775, el tifón Lengkieki fue particularmente devastador, y produjo la muerte del 90% de sus alrededor de mil habitantes. La hambruna posterior empeoró aún más esa cifra, dejando apenas 20 sobrevivientes en toda la isla. Entre ellos se encontraba el rey hereditario, quien (sabemos hoy) era portador de la condición genética que produce la acromatopsia.

Los pingelapeses son una etnia particularmente fértil, y como el rey se adjudicó la noble tarea de repoblar la isla con las pocas mujeres sobrevivientes, en pocas décadas la población se recuperaba rápidamente, llegando ya a la centena. Pero la práctica de la endogamia (podemos aceptar que forzada en este caso) tuvo sus consecuencias. La descendencia de personas genéticamente relacionadas, como se sabe, facilita la propagación de genes recesivos, y la mutación del gen que produce la vision en blanco y negro, lo es.

Los primeros bebés con diagnóstico confirmado (es decir, no sólo portadores) nacieron en la década de 1920, y su número creció hasta representar entre el 5 y el 10% de la población actual de la isla, afectando a ambos sexos por igual.

En pingelapés, el idioma de la isla, se utiliza el término maskun para las personas con esta afección, palabra que literalmente significa «no ve». En la actualidad Pingelap tiene cerca de 250 habitantes, y se estima que uno de cada tres es portador del gen.

Si te interesó el tema, y querés ampliar la información, podés ver el artículo original aquí.

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