En varios países de América Latina y algunos de Europa, cuando alguien estornuda, se le suele contestar "salud". Por lo general, automáticamente, la persona agradece. La particularidad es que, muchas veces, quien estornudó y quien usó la expresión, no se conocen. Aunque no haya un vínculo entre ambos, este gesto se tiene por educación.

¿De dónde viene la costumbre de decir "salud"?

La leyenda cuenta que el origen de esta reacción surgió en Roma cuando en el año 591 hubo una peste en la que, la causa más común de muerte, era el estornudo. En ese entonces, comenzó a usarse decirle "salud" a todo aquel que estuviera atravesando la enfermedad para desearle una pronta recuperación.

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Al ser una epidemia, había muchos enfermos. Por lo tanto, como un acto de solidaridad, este deseo se extendía entre conocidos y desconocidos. Escuchar a alguien estornudar, sea o no alguien familiar, era motivo suficiente para rezar por él. En esa misma línea, también se utilizaba la frase "que Dios te bendiga", haciendo referencia a poder mejorarse.

Con el paso del tiempo, las grandes corrientes inmigratorias expandieron esta frase por África y América hasta convertirla en cotidiana. Aunque ya no se fallece por estornudar, desearle salud al prójimo sigue siendo una costumbre.