Conocé cómo hace este artefacto para refrescarnos durante las épocas de calor.
Sobrevivir el verano es una misión difícil sin dudas. Por suerte, contamos con invenciones de siglos atrás que al día de hoy nos siguen ayudando a atravesar el calor de esta temporada. El más accesible y común es, por lejos, el ventilador.
¿Alguna vez te detuviste a pensar cómo funciona? Si el ambiente en el que estamos está caluroso, ¿cómo hace el ventilador para refrescarnos, si simplemente impulsa ese mismo aire caliente hacia nosotros? Billiken te explica la ciencia detrás de su tecnología.
Enchufamos el ventilador, lo prendemos, sus aspas empiezan a moverse cada vez más rápido alrededor de su eje y, cuando el aire nos llega, el alivio es inmediato.
Lo que hace el ventilador con su movimiento no es quitar el calor, sino dispersarlo. Cuando el aire se dispersa a través de un ventilador, moviéndose hacia nosotros, facilita la evaporación del sudor en nuestra piel, lo que nos hace sentir más frescos.
Eso no es todo. Además, el movimiento del aire también ayuda a dispersar el calor acumulado en una habitación al permitir que el aire caliente se mezcle con corrientes más frescas, lo que puede hacer que la sensación térmica disminuya.
¿Sabías que el ventilador consume menos energía que otros dispositivos de enfriamiento? Esto es porque, generalmente, los ventiladores usan menos electricidad. Más eficiencia, menos consumo de energía. Esto significa que ayudan a las personas a mantenerse frescas sin aumentar significativamente el valor de la factura de energía eléctrica.
Al elegir un ventilador, es una buena idea buscar etiquetas de eficiencia energética y considerar factores como:
Además de reducir los costos de energía en la casa, estos dispositivos, al usar menos energía, ayudan a reducir la huella de carbono asociada con la generación de electricidad. Esto a su vez contribuye a la mitigación del cambio climático y ayuda a preservar el medio ambiente.
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