De todas las construcciones diseñadas por el Imperio romano, una de las más sorprendentes y mejor conservadas es el puente del Gard, ubicado en Remoulins, dentro del departamento de Gard, al sur de Francia.
El cruce elevado, que se diseñó para trasladar hasta 20 millones de litros de agua a diario, tiene tres niveles y 52 arcos de distintas dimensiones, que le aportan gran estabilidad.
Y, aunque atravesó largos periodos sin mantenimiento, en los cuales se podría haber derrumbado, actualmente se encuentra en perfectas condiciones.
¿Cuándo se construyó el puente del Gard?
A través de numerosos estudios, se comprobó que la construcción del puente del Gard demoró 36 meses y tuvo lugar entre los años 40 y 60 d. C. Por lo tanto, es correcto indicar que en breve cumplirá dos milenios de antigüedad.
La obra, que contó con la participación de 1.000 trabajadores y la utilización de andamios, se completó únicamente con piedras que pesan hasta 6.000 kilogramos, unidas por grapas de hierro.
El objetivo de su edificación fue trasladar agua desde un manantial, emplazado en Uzès, hasta la colonia romana de Nemausus. En síntesis, un trayecto elevado de 50 kilómetros.
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¿Por qué la estructura fue olvidada durante siglos?
Cuesta imaginar que una mole de piedra como el puente del Gard, que tiene 275 metros de longitud y 49 metros de alto, pasó desapercibido durante siglos en esta región de Francia.
Pero, aunque miles de personas frecuentaban la zona, lo cierto es que este acueducto tan particular, perdió popularidad 400 años después de su inauguración y, lentamente, quedó en el olvido.
Tras la caída del Imperio romano de Occidente en el año 476 y la utilización de nuevas tecnologías, este cruce elevado quedó en desuso, el conducto se bloqueó en su totalidad por la acumulación de sedimentos y llegó a un estado crítico en el siglo IX.
Sin embargo, como era una buena opción para cruzar el río Gardon, recibió el cuidado mínimo durante los siguientes 900 años. La primera actualización llegó en 1735, cuando se construyó un puente peatonal paralelo para evitar mayores daños en el acueducto e impedir su colapso.
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Por último, Francia impulsó grandes trabajos de mantenimiento en los siglos XIX y XX (principalmente para desarrollar su potencial turístico), que le permitió recuperar su esplendor y permanecer sin daños hasta la actualidad.
¿Por qué el puente del Gard debe permanecer intacto?
Tras conocer la historia del puente del Gard, uno de los mayores temores es que en el futuro reciba modificaciones o pierda popularidad y vuelva a sufrir la falta de mantenimiento.
Sin embargo, dicho desenlace es poco probable porque la estructura recibió el título de “Monumento Histórico” en 1840 y desde 1985 permanece registrado como Patrimonio de la Humanidad.
Además, difícilmente pierda el interés de los turistas en un futuro a corto plazo, ya que actualmente es uno de los sitios más visitados de Francia.